«Hicimos lo correcto con La Torriente. Siempre hemos estado tranquilos»

-Se le nota mucho más tranquilo.

-La verdad es que sí. Nosotros lo que teníamos claro, desde el principio, era que no íbamos a pagar más del precio estipulado, 1.350.000 euros, que era lo que habíamos presentado a los socios y lo que ellos nos aprobaron. Era lo que teníamos que cumplir y lo que hemos cumplido. Estamos más tranquilos, pero también muy satisfechos porque lo que nos gusta es que el socio confíe en nosotros. Es lo que necesitamos para funcionar. Siempre intentamos hacer entender que cuando hacemos algo es porque pensamos que es lo mejor para el Grupo. Sabemos lo que hacemos y creo que con esta última situación hemos ampliado esa confianza.

-¿Se llegó a plantear que quizá les tocaría pagar más de lo acordado?

-Nunca.

-¿Ni siquiera estuvo esa posibilidad sobre la mesa?

-Encima de la mesa estuvo, porque de hecho era lo que nos planteaban, pero nosotros estábamos convencidos, y así se lo hicimos saber a la gente, de los pasos que habíamos dado. Está claro que las cosas se podían haber hecho mejor. Con que en el documento que nos redactaron hubiese figurado 'IVA incluido' pues ya estaba. Lo que pasa es que tenemos que ponernos en la situación del 2 de agosto de 2017, en la que había una problemática con los socios que incluso hizo que pusiéramos nuestro cargo a su disposición. Aún así tuvimos la sensatez para sentarnos con la otra parte. El contrato que nos habían presentado era bueno y así lo valoraron nuestros servicios jurídicos. Siempre estuvimos tranquilos por haber hecho lo correcto, aunque incertidumbre siempre la hay.

-¿Hasta qué punto era importante la adquisición de esa parcela en relación al futuro de la entidad?

-Por dos razones: la primera, que es la única parcela anexa que tenemos para crecer. Esta segunda compra hace buena la primera, porque antes solo teníamos la mitad, la más alejada del Grupo. Es buena también porque además nos permite unir casi 10.000 metros cuadrados que, conjuntamente con la zona de parking y la zona de entrada, compone un espacio de casi 20.000 metros cuadrados. La finca era fundamental.

-¿Cuál es ahora el siguiente paso?

-Bueno, hemos hecho unos requerimientos a Costas, a la Confederación Hidrográfica y al Ayuntamiento de Gijón en los que exponemos qué es lo que queremos hacer y qué es lo que nos permite la legislación vigente. Con esa respuesta y con las aportaciones de los socios, la idea es hacer un concurso nacional y someter el resultado final a una asamblea. No es solo un proyecto deportivo y social, también es económico y financiero.

-Buena parte de los socios pedían más aparcamiento. ¿Será La Torriente solución a esa cuestión?

-Es la que más duda nos genera. Muchos socios pensamos que el aparcamiento es suficiente y que una entidad deportiva como es el Grupo debería destinar los espacios nuevos a actividades deportivas. En ese sentido, la actual junta directiva tenemos un proyecto importante como es el control de acceso de vehículos. Eso nos va a servir para saber si realmente nos hacen falta más plazas. Sabemos que hay muchas personas que no son socias y están utilizando nuestro parking. Una inversión para un aparcamiento es muy importante. Tenemos que estar seguros de que es necesaria.

-¿Es la compra de la Torriente un impulso hacia la relección o el último gran servicio de Antonio Corripio a la entidad?

-Ninguna de las dos. Para nosotros, como junta directiva, supone cumplir un mandato que nos habían encomendado los socios y reforzar la confianza en lo que ellos nos trasmiten.

-Insisto, ¿se presentará de nuevo?

-Es una decisión que tomaremos en diciembre.

-¿Entiende que algunos socios cuestionasen la gestión de la compraventa de la finca o lo atribuye a disputas personales?

-El problema que tenemos en el Grupo, y así se ha demostrado, es que muchas veces estamos rodeados de mensajes apocalípticos y situaciones extremas que nunca ocurren. Lo que queremos es que los socios confíen en esta junta. Se acordará que con el Centro Asturiano tuvimos que estar nueve meses aguantando que nos dijeran que íbamos a tener muchas demandas, que los bienes estaban a disposición de la Iglesia, que habíamos dejado indefenso al club... El tiempo nos ha dado la razón en las tres cuestiones. Una crítica constructiva es siempre bien recibida, pero en este caso muchas no han sido así. ¿Qué es lo que estmos buscando como socios, que esta junta no continúe o el bien del club?

-Por último, ¿cómo valora la situación del Piles?

-Queremos confiar en este Ayuntamiento. El río lo utilizan casi 150 niños y jóvenes de nuestra sección. Para nosotros el Piles es fundamental e incluso hemos planteado al Ayuntamiento que nos ceda el anillo navegable como por ejemplo hace con El Molinón. Esperamos que en poco tiempo haya visos de una solución.