Ruptura del pacto de Gobierno en Gijón

Foro rompe con Vox y lo saca del Gobierno municipal: «Antepuso sus siglas a Gijón»

La gota que colmó el vaso fue una rueda de prensa en la que Álvarez Rouco planteó cambios en el Festival Internacional de Cine que no habían sido pactados con sus socios de gobierno y que incluían desde un cambio de concepto del certamen -«para que deje de ser tan exclusivo y llegue a todos los públicos»- hasta la creación este mismo año de un nuevo premio «a cineastas que reflejen alguno de los valores que estima Vox». También ponía en duda la continuidad de otros galardones del FICX vinculados con el asturiano, el colectivo LGTBI y las mujeres -«existen colectivos que han hecho gala en las entregas de premios de la promoción exclusiva de sus intereses», criticó-. Fue poco después de esa intervención de la concejala de Vox cuando Moriyón estalló en las redes sociales con su «se acabó». Y ya por la tarde, en una comparecencia en el salón de recepciones del Ayuntamiento en la que estuvo arropada por todos los concejales de Foro, consideró que «esas declaraciones no están a la altura de una ciudad como Gijón y y atentan contra la tolerancia que siempre ha caracterizado a la ciudad». Sin embargo, remarcó que la decisión adoptada ayer «ha sido muy meditada y no responde únicamente a esas declaraciones».

La alcaldesa defendió que, cuando alcanzó su pacto con Vox, «como partido que cree profundamente en la democracia entendimos que las urnas avalaban su entrada en el gobierno y lo vimos como una oportunidad para trabajar por y para Gijón». Poco más de cien días después, sin embargo, «hemos constatado que no solo no ha sido capaz de ejercer las responsabilidades de gobierno, sino que ha antepuesto sus siglas al interés general de la ciudad. Y eso no lo voy a consentir». Moriyón acusó a su hasta ahora socio de gobierno de haber «paralizado conscientemente el funcionamiento de la organización», así como de haber sido «totalmente pasivo respecto a la elaboración de las ordenanzas fiscales».

Con respecto a la primera cuestión, fuentes de Foro critican el empeño de Sara Álvarez Rouco en formar parte de los consejos de administración de Divertia y de Gijón al Norte, a pesar de que informes de los servicios jurídicos municipales y de la Junta General del Principado -«de los que no informó»- alertaban de la incompatibilidad con su régimen de liberación como diputada regional. Su negativa a renunciar a ese puesto impedía formalizar un nombramiento y constituir ambos consejos, hasta que esta semana «asumió que no podría ser consejera e intentó que lo fuera un familiar directo, lo que además de ilegal es gravísimo».

En cuanto a las ordenanzas fiscales, desde Foro aseguran que se informó en tiempo y forma tanto al PP como a Vox para que hicieran propuestas y este último partido no solo no registró ninguna, sino que llegó a amenazar con votar en contra de las mismas en la junta de gobierno extraordinaria prevista para hoy.

A todo esto, y al desgaste que ha supuesto para el gobierno municipal desde el inicio del mandato el posicionamiento de Vox en materias como las políticas de Igualdad y los derechos del colectivo LGTBI, se sumó una rueda de prensa sobre el FICX que desde Foro interpretan como un intento de hacer valer su «agenda cultural» tras haber recibido desde la dirección nacional el mandato de mostrar un mayor protagonismo en la política municipal.

«Mientras yo sea alcaldesa, esta ciudad no va a permitir ninguna injerencia desde Madrid ni desde donde sea», remarcó la alcaldesa en dos ocasiones durante su intervención.

La ruptura con Vox no impide a Foro seguir gobernando junto al Partido Popular, con Carmen Moriyón en la Alcaldía, pero sí complica en el corto plazo su acción de gobierno. Las ordenanzas fiscales que hoy pasarán por la junta de gobierno no aparentan ser un problema, pues en términos generales abogan por la congelación, por lo que de no lograr el visto bueno del Pleno el efecto sería el mismo, con el hándicap de que tampoco podrían subirse, como se considera necesario, las tarifas de Emulsa. La siguiente batalla, no obstante, será la negociación del presupuesto, para cuya aprobación Foro y PP necesitarán el apoyo o la abstención de algún otro partido.