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EDUARDO PANEQUE
GIJÓN.
Jueves, 5 de octubre 2023, 00:32
«La alcaldesa miente descaradamente». Si esa frase, de quien hasta hacía unas horas era socia de gobierno, les parece fuerte, figúrense lo que vino ... después, porque solo fue la primera que pronunció Sara Álvarez Rouco al empezar la rueda de prensa. Después habló de traición, actitudes hostiles y broncas y la utilización a sabiendas: «Moriyón se ha quitado la careta dejando claro que solo deseaba el voto de Vox para ser investida alcaldesa».
A las 20.30 horas, 210 minutos después de la comparecencia de Carmen Moriyón, la portavoz de Vox aseguró que seguía sin tener noticia oficial de su salida del gobierno local. La suya, como concejala de Festejos, y la de Oliver Suárez como presidente de Divertia. Este matiz no es menor, pues atajaba los rumores de transfuguismo que estuvieron circulado toda la tarde. Para subrayarlo posaron juntos, acompañados por el diputado nacional, José María Figaredo. Entre los asistentes también se encontraba la portavoz parlamentaria, Carolina López.
Siguiendo el relato de Vox, lo de que Moriyón ni nadie les llamase en todo el día parece, ahora, que ha sido la tónica de estos cien días de tripartito. Sara Álvarez Rouco dice que nunca se reunieron con ellos, y que les remitía de forma regular al portavoz de gobierno, Jesús Martínez Salvador, quien les daba largas permanentemente. Incluso, sin ir más lejos, dio a entender que fueron chantajeados la misma mañana del miércoles a cuenta de las ordenanzas fiscales. «Nos obligaban a votar que sí, y pedimos más tiempo para analizarlas, dado que nos las acababan de entregar. Llamamos a la concejala de Hacienda, María Mitre, por cinco veces y nunca nos cogió el teléfono». Lo de los impuestos no es menor porque, como recordó ayer Vox, era parte de su acuerdo de gobierno con Foro. Por ejemplo, señaló la rebaja del IBI. A la inversa, la intención de no colaborar con Xega en el premio Rambal precisó que Moriyón lo sabía desde hacía tiempo. «¿Con quien piensan que estaban pactando? Pactaron con Vox», recalcó Sara Álvarez Rouco.
Pero la idea que quiere dejar fijada Vox es la de sentirse estafados. «Sólo nos querían para conseguir que Carmen Moriyón fuera investida alcaldesa. Pero ahora se retrata, pierde cualquier atisbo de seriedad. Políticamente no es de fiar». Y, como colofón, aunque sin ningún recorrido aparente, Sara Álvarez Rouco, cerró la intervención exigiendo la dimisión de la alcaldesa «porque llegó a serlo por una mentira, y al destaparse tiene que dimitir».
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