Fernando Vázquez Valdés | Jefe de Microbiología y del Laboratorio de Medicina del HUCA
«El cambio climático nos trae virus que hasta hace muy poco estaban lejísimos»Fernando Vázquez Valdés | Jefe de Microbiología y del Laboratorio de Medicina del HUCA
«El cambio climático nos trae virus que hasta hace muy poco estaban lejísimos»El Colegio de Médicos de Asturias y la Real Academia de Medicina de Principado de Asturias (RAMPA) tienen una cita esta semana en Gijón. Lo hacen de la mano del catedrático Fernando Vázquez Valdés (Lugones, 1955), jefe de servicio de Microbiología y del Laboratorio de ... Medicina del HUCA, uno de los de mayor actividad del país, con once millones de pruebas al año. Vázquez es miembro de la RAMPA (vocal de la junta directiva y académico de número) y todo un estudioso de las enfermedades infecciosas de personajes y autores literarios. Este jueves, a las 19 horas, en la sede colegial de Gijón (avenida de la Constitución, 15, 1º), dará una conferencia con un título muy sugerente: '¿De qué murió Quevedo'?
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–Si me permite, empiezo con un 'spoiler' de su conferencia. ¿De qué murió Quevedo?
–(Risas). Sí, sí, es un 'spoiler' total. Hay varias teorías sobre la muerte de Quevedo, pero la que tiene más fuerza es la de que murió de tuberculosis.
–¿Y qué otras teorías hay?
–El doctor Jesús Martínez (padre del médico Venancio Martínez) fue un reconocido pediatra de Navia y una gran autoridad en muchas materias. Él, por ejemplo, descubrió los yacimientos arqueológicos, pero también era un experto en la figura de Quevedo. En 1957 escribió un libro donde hablaba de las posibles causas de la muerte de Quevedo, aportando una nueva visión de lo que se conocía hasta la fecha.
–¿De qué se creía que había muerto?
–Otro gran experto en la figura de Quevedo, James O. Crosby, decía que había muerto de malaria o, incluso, de diabetes, pero, finalmente, Crosby le acabó dando la razón al doctor Jesús Martínez. La pena es que todo esto tuvo muy poca trascendencia.
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–Mola lo de tumbar diagnósticos de hace siglos, ¿no?
–Sí, claro, porque estamos hablando de que en el siglo XVI la medicina era la que era. Me gusta destacar la figura del doctor Martínez que en el año 1957, sin internet, hizo una gran labor de recopilación de información para llegar a la conclusión a la que llegó. Fue una proeza impresionante. No obstante, yo también tengo mi propia teoría que podría completar las investigaciones del doctor Martínez.
–Sigamos con el 'spoiler': ¿Cuál es esa teoría?
–Quevedo, en sus últimos días, sufrió una terrible diarrea y eso me lleva a pensar que, en realidad, tuvo una enterocolitis turbeculosa, algo así como una complicación de la propia tuberculosis. Otra cosa muy interesante es que a raíz de todo este estudio me puse a buscar cosas en Inteligencia Artificial a ver qué había sobre el tema y si me podía ayudar.
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–¿Y qué encontró?
–Un desastre. No te puedes fiar para nada, al menos en este aspecto, de la Inteligencia Artificial. El ChatGPT ni conocía a Crosby ni al doctor Martínez (risas).
–A lo mejor la IA cree, como muchos jóvenes y no tan jóvenes, que Quevedo es el cantante del 'Quédate….'
–(Risas)… Podría ser porque ahora la gente lee muy poco. Confío en que Quevedo lo sigan estudiando en los institutos.
–Pasemos a otro tema para no destripar toda la charla del jueves en esta entrevista. ¿Cómo le dio por la microbiología?
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–En realidad, iba para psiquiatra hasta que se cruzó en mi vida el doctor Amalio Telenti, padre, cuando yo estaba de alumno interno en el antiguo Hospital General, en Oviedo. Su manera de ser y su trabajo me 'flasheó'. Era una persona que venía de sitios como América y me cautivó tanto lo que hacía que me pasé a la microbiología.
–Con la pandemia de la covid, la microbiología se puso de moda. Todos éramos expertos en virus.
–Totalmente, pero la verdad es que la Medicina cambió mucho en estos años y con la covid, aún más. En las facultades de Medicina tendría que haber alguna asignatura que hablara de la Inteligencia Artificial porque va a ser una auténtica revolución. Además, los pacientes ya no tienen nada que ver con los que teníamos cuando empecé; ahora están mucho más informados.
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–Se dice que cada generación tiene una guerra, pero ¿tiene también una pandemia?
–Vamos hacia eso porque antes era muy difícil desplazarse, pero ahora cambiamos de continente con mucha facilidad y las infecciones viajan a una velocidad vertiginosa. Todo está cambiando minuto a minuto.
–¿Con la covid ya nos podemos fiar?
–Bueno, después de todo lo que pasamos, el virus se ha adaptado más al ser humano y gracias a las vacunas logramos reducir su actuación. Pero hay que estar alerta porque en temas de virus siempre habrá nuevas familias. Ahí está en Estados Unidos lo de la gripe de las aves o aquí el de Crimea/Congo. En materia de virus respiratorios es todo muy cambiante.
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–¿Hemos aprendido algo de la pandemia de la covid?
–Menos de lo que habría deseado. La gente va perdiendo la noción de lo que fue la covid. Yo soy un maniático del estornudo y veo que después de dos años de pandemia y de lo que sufrimos, hay gente que hoy en día no sabe estornudar. Me desespera.
–Como microbiólogo, ¿qué enseñanzas sacó la de pandemia?
–Que somos muy volubles y que debemos tener laboratorios muy bien equipados porque puede volver a ocurrir. De la pandemia pudimos salir adelante porque trabajamos en equipo; eso es muy importante y ha sido una buena lección.
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–Si le digo PCR, ¿qué se le pasa por la cabeza?
–Uf, quedamos aburridos de tantas pruebas. En la pandemia llegamos a hacer cinco mil pruebas diarias, una barbaridad, pero eso nos valió para prepararnos e inventar PCR para otros virus nuevos que nos están llegando. Eso fue un gran avance.
–Como experto en la materia, ¿ya sabe cómo va a ser la gripe de este año?
–Por lo que estamos viendo, la vacuna de este año parece ser la acertada, pero lo importante es que la gente se vacune.
–Dentro de todo lo que está pasando con los virus, ¿qué papel juega el cambio climático?
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–Lo estamos viendo ya con muchas enfermedades. El aumento de la presencia de garrapatas, por ejemplo, o de los mosquitos que transmiten el Crimea/Congo, el virus del Nilo. El cambio climático nos está trayendo virus que antes estaban lejísimos. Aquí, en Asturias, por tener un clima más benévolo, tardará más en llegar, pero llegará.
–¿Se puede considerar que los turistas, con tantos viajes, son un virus en sí mismos?
–Los turistas somos un potencial patógeno, sí claro, porque llevamos los virus de un sitio a otro.
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