Elementos contaminantes llegan a Gijón de la ría de Avilés, Cantabria y País Vasco

También hay un 15,3% de nitratos secundarios, que son aerosoles envejecidos de largo recorrido, con procedencia principalmente noreste. Esos contaminantes llegan de mucho más lejos. El documento explica que «las aportaciones que se dan a velocidades bajas de viento pueden deberse al estancamiento del aire». Pero el caso es que procede de la formación de nitrato amónico a partir de ácido nítrico, «probablemente de episodios de aportes desde Cantabria y País Vasco».

Otro 6% de los contaminantes detectados son sulfatos secundarios, con una mayor repercusión durante los meses de invierno. Estos se asocian «al tráfico marítimo del Atlántico», es decir, «no se considera procedente de los barcos atracados en el puerto, porque su concentración máxima sería registrada en condiciones de estancamiento atmosférico, aunque estos pueden contribuir parcialmente».

Uno de los elementos más criticados por los vecinos de la zona oeste de Gijón es el sínter de ArcelorMittal, pero los análisis realizados solo le adjudican el 4,5% de los aportes de los contaminantes encontrados en las PM10. A él se le relacionan el plomo, el cadmio y el rubidio. Ya habían sido asociados hace tiempo en estudios previos con el proceso de sinterización de la industria siderúrgica. Pero hay que tener en cuenta que las mayores contribuciones de esta fuente se dan con vientos procedentes del oeste-suroeste, «lo que lo relacionaría con la zona norte de la industria siderúrgica, donde se encuentra el sínter».

La normativa indica que para las partículas PM10 se establece un valor límite diario de 50 microgramos por metro cúbico, el cual no debe superarse más de 35 días al año, mientras el valor límite anual es de 40 microgramos por metro cúbico. Para los redactores de este estudio, es indudable la influencia de las industrias y el puerto, debido al gran trasiego de graneles sólidos.