Secciones
Servicios
Destacamos
Era el primer día de vuelta a clase con un pupitre vacío. El de Olivia. Ya era previsible que la niña no regresase a las aulas del Corazón de María, ya que se incorporaría esta misma semana al colegio que la misma orden religiosa tiene ... en Segovia. Pero hoy, en Gijón, su ausencia pesaba como una losa.
Con los acordes del Canon de Pachelbel y con los ojos empañados por las lágrimas, sus compañeros de Primaria, su tutora y los profesores del centro soltaron globos blancos al cielo. «Siempre la recordaremos, era una que se hacía querer», acertaban a decir, emocionados, sus profesores. La niña, presuntamente asesinada por su madre al saber que tenía que entregarle la custodia al padre, había iniciado el curso en septiembre. No era la primera vez que pisaba las aulas del Codema, había estado el curso pasado también unos dos meses, pero el juzgado obligó a la madre a regresar a Segovia y a reintegrar a la niña a su entorno educativo y familiar.
Noticias Relacionadas
Olaya Suárez Marcos Moro
E. PANEQUE / I. GARCÍA
«Era muy alegre, muy simpática, con muchas ganas de pasarlo bien, no le costó nada adaptarse al colegio», explican desde el centro.
La autopsia realizada al cadáver de la pequeña Olivia reveló el triple de fármacos de una dosis que ya habría resultado letal para sus 20 kilos de peso. En el cuerpo de la niña fueron detectadas «grandes cantidades» de lorazepan -una fármaco sedante y ansiolítico- y también, en una dosis menor, pero también mortal, dexketoprofeno trometamol, comercializado bajo el nombre de Enantyum y que se utiliza para el dolor agudo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.