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El renombrado científico y catedrático de Bioquímica y Biología Molecular Carlos López Otín sumó esta mañana un reconocimiento más a su extensa lista de honores. Desde hoy, el Hijo Adoptivo del Principado y Premio EL COMERCIO de Ciencia 2024 da nombre a una plaza en Gijón, un pequeño espacio privado que se abre en la avenida de José Manuel Palacio, frente al museo del Ferrocarril, y que, reconoció sinceramente agradecido el propio López-Otín, ya es su «nuevo pequeño lugar en el mundo».
La iniciativa de dar su nombre a este espacio partió del empresario Aquilino Argüelles, padre del cardiólogo Pablo Argüelles (que fue también alumno de López Otín en la Facultad de Biología), y del periodista Rafael Avello, ambos presentes esta mañana en el descubrimiento de una placa que dice: «El reconocimiento no es más que la sombra de la admiración y, como tal sombra, aunque uno no quiera, te acompaña siempre. En reconocimiento a su ingente labor científica y a su empatía social, el pueblo de Gijón, através de su Ayuntamiento, reconoce en este lugar al profesor D. Carlos López Otín».
Una segunda placa, bajo una escultura metálica que represente la doble hélice con que se visualiza la estructura física del ADN (y que también fue descubierta por el bioquímico y la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, esta mañana) recuerda que «Desde que siendo un niño encontró su vocación por la ciencia al contemplar un cristal de hielo adherido en una ventana y tratar incansablemente de hallar soluciones a muchas enfermedades, Carlos López Otín ha dedicado su vida a la búsqueda del conocimiento y, a través de él, a encontrar cómo remediar muchos sufrimientos de la humanidad. Vocación, talento, trabajo, estudio, tenacidad, espíritu de equipo y realismo utópico son las virtudes que le han adornado, junto con su entrega a la sociedad y, en especial, a la tierra asturiana a la que quiso vincularse. Un ejemplo que debe perdurar en nuestra memoria y que se materializa en este monolito».
Haciendo gala de la humildad que siempre ha marcado su carácter, pero «muy agradecido» repetía López Otín que este gesto de reconocimiento le parecía «una exageración». «Lo que me dais es mucho más de lo que pido», dijo parafraseando al fallecido Pau Donés, cantante de Jarabe de Palo.
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