El Ayuntamiento de Gijón estima en 2.700 las sanciones impuestas por falta de la etiqueta ambiental

Previsiblemente el próximo viernes se celebre la sesión plenaria en la que la nueva Corporación apruebe su organización interna. En la misma se aprovechará para aprobar también la retirada del citado recurso, con lo que de momento no se aplicarán actuaciones previstas en la polémica ordenanza, como las zonas de bajas emisiones, las áreas de prioridad residencial que se preveían en El Polígono, Moreda y Viesques, la ampliación de la zona ORA y la creación de nuevos tipos de estacionamiento regulado para residentes o reservado para paradas muy breves. En paralelo a la anulación de la ordenanza se prevé abordar un nuevo plan de Movilidad que también deberá ser consensuado con la ciudadanía.

Aunque el anuncio el sábado de esta medida corrió a cargo de Pelayo Barcia, concejal de Foro que se ocupará de los asuntos de tráfico y movilidad, está en total sintonía con los otros dos partidos que conforman la coalición de gobierno. La vicealcaldesa, la popular Ángela Pumariega, y la concejala de Festejos, Sara Álvarez Rouco (Vox), así lo atestiguan.

La primera indicó ayer que revertir las medidas impuestas por el anterior gobierno en materia de movilidad «es una prioridad absoluta», habida cuenta de que fueron adoptadas «sin consenso alguno» y «de forma sectaria». Pumariega apunta que «Gijón debe avanzar hacia una movilidad sostenible y segura, pero sin que genere enfrentamientos». Reconoce que los tres socios de gobierno «coincidimos totalmente sobre las medidas a adoptar en este ámbito» e incluso está incluido en el pacto firmado por PP y Foro.

Sara Álvarez Rouco recuerda que «revertir los delirios de las izquierdas del plan de Movilidad en Gijón es uno de los compromisos de Vox». La vuelta del Muro a su estado previo a la pandemia, anular la ecomanzana, retirar el recurso contra la ordenanza de movilidad y permitir aparcar a todos los vehículos en la zona azul son algunos de los objetivos que se han marcado. «Este paso no es más que parte de lo pactado y nos congratulamos de que se haga de la forma más rápida y eficaz posible».

Pero está claro que la postura de los tres partidos que conforman la oposición es diametralmente opuesta. El grupo municipal socialista no quiso hacer una valoración detallada de esta decisión del gobierno local, ya que «por cortesía institucional vamos a esperar al menos a que transcurran los 30 primeros días para analizar y valorar adecuadamente las primeras acciones del gobierno de Moriyón». Pero, eso sí, remarca que «por ahora no hemos visto nada nuevo, sólo deshacer lo hecho».

Tampoco es una sorpresa para el portavoz de Izquierda Unida, Javier Suárez Llana, quien advierte de un retroceso en las políticas de movilidad. «Con Foro, PP y Vox hemos vuelto a las política de tráfico y, por lo tanto, a las políticas del coche y el humo». Apunta que van en contra de las normativas estatales y europeas y asegura que, «con un gobierno como este en el mandato pasado, Gijón hubiera conseguido cero euros de fondos europeos». Ahondó que tanto la medida de permitir el aparcamiento en zona azul a vehículos sin distintivo ambiental como devolver el Muro al estado previo a la pandemia «generan que haya más coches y más humo en el centro de la ciudad». En su opinión, la alcaldesa «está apostando por una política 'trumpista'» al negar que el tráfico afecte a la salud de las personas.

Y es especialmente duro con la alcaldesa, Carmen Moriyón, pues «es grave que lo haga un gobierno, pero lo es más aún que lo haga una médica. ¿Alguien se imagina a un médico, en pleno 2023, quitando importancia al efecto del tabaco en la salud de las personas? No ,¿verdad? Pues en Xixón tenemos una alcaldesa, médica, que lo hace con la contaminación del tráfico».

Las críticas al equipo de gobierno también llegan por parte de la concejala de Podemos, Olaya Suárez, quien explica que «teníamos claro que la movilidad iba a ser diana del gobierno municipal». Le preocupa «dar pasos hacia atrás en la consecución de una ciudad más saludable y libre de contaminación». Su conclusión es que «no parece que la salud pública sea una inquietud de este nuevo gobierno».