Ángeles Fernández-Ahúja y Carmen Moriyón, ayer, en el homenaje a los mayores de Castiello. PALOMA UCHA
Ruptura del pacto de Gobierno de Gijón

El Ayuntamiento de Gijón espera aprobar sus cuentas antes de fin de año pese a la crisis

El gobierno tendría los votos necesarios si suma el apoyo del concejal crítico con Vox, Óliver Suárez, y siempre queda la geometría variable

Lunes, 9 de octubre 2023, 00:32

En un año normal, si es que ese calificativo se sigue usando en los tiempos políticos contemporáneos, en octubre toca empezar a hablar de los presupuestos. Y en los ciclos de cambio de gobierno, más. Los que entran siempre quieren cambiar lo que estaba. Es ... lógico. La estructura presupuestaria está adaptada ahora mismo a la estructura del anterior gobierno y no al actual. Esto, ya de mano, podría generar roces entre áreas que antes colgaban de una misma concejalía y ahora no. Un ejemplo, ahora Movilidad y Medio Ambiente no solo dependen de dos ediles diferentes sino que son de distintos partidos (Foro y PP).

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Pero es que, además, los presupuestos son clave para dar respuesta a los objetivos y las líneas programáticas de un gobierno. Por eso se ha venido hablando desde que se invistió al tripartito (Foro, PP y Vox) de su casi asegurada supervivencia, a pesar de los roces, al menos hasta que se contase con unas nuevas cuentas. Las que están en vigor ya no es que sean del mandato del PSOE con IU, sino que este último año fueron prorrogadas, así que hay que echar la vista un año aún más atrás, a 2022, cuando Podemos facilitó su aprobación.

Y aquí es donde entra el lío de toda esta semana. El hecho de que la alcaldesa, Carmen Moriyón, expulsase a Vox del gobierno el miércoles suponía dejar al gobierno en minoría. Les recordamos: Foro (8) y PP (5) suman 13; la mayoría absoluta son 14, para lo que Vox aportaba 2 votos. La izquierda en ningún caso suma. Son 12: PSOE (9), IU (2) y Podemos (1).

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Por ello, no solo el gobierno parecía abocado a cierta inestabilidad, o cuanto menos, dificultad, sino que las cuentas se quedaban pendientes de un hilo. Esto en apariencia, porque desde el Ayuntamiento nunca se trasladó inquietud. Es más, la propia regidora fue clara y concisa el jueves, un día después de la tarde de autos: «Habrá presupuestos». La rotundidad abrió nuevas vías de especulación. Y aquí es donde se alimentó la teoría de la geometría variable. Esto es, la búsqueda de apoyos en diferentes partidos, según de lo que se esté hablando. Y aquí hubo para aferrarse a todo tipo de declaraciones.

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Las cuentas autonómicas

Por un lado, el presidente regional, Adrián Barbón, dijo que ahora sería más fácil entenderse con Foro en el Principado una vez que este partido expulsó a Vox del gobierno local. Las cuentas autonómicas también dependen de un voto para salir adelante. Y ese lo pueden aportar Podemos o Foro. De otro lado, está la sintonía de Foro e Izquierda Unida en algunos proyectos de ciudad, como es la verdificación del 'solarón' y la creación en este entorno de un gran parque. No obstante, costaría creer que un partido al que le han echado para atrás parte de sus políticas del anterior mandato (las que puso en marcha Aurelio Martín) ahora fuera a facilitar unos presupuestos. Y la vía de Podemos, para lo que habría que remontarse a su entendimiento con Carmen Moriyón, cuando era Xixón Sí Puede en el mandato de 2015 a 2019.

«La posverdad ya tiene bastón de mando en Gijón», dice el PSOE

El PSOE se pronunció ayer nuevamente, a través de un comunicado, sobre la crisis de gobierno en el Ayuntamiento. Su secretario general, Monchu García, afirmó que «Carmen Moriyón no puede ni caer más bajo ni llevar a un nivel democrático más paupérrimo la política municipal y la democracia en Gijón», apuntó. García añade que «cien días llevamos y ya se han negado a sí mismos, han refundado su ideario y han blanqueado a un tránsfuga. Y lo que nos quedará por ver cuando por fin empiecen a gobernar. La posverdad ya tiene bastón de mando en Gijón». Monchu García también afirmó que «es normal que Óliver Suárez se sienta cómodo con Foro y Foro con él. Además, Moriyón necesita sus votos para garantizar la gobernabilidad del municipio», y concluyó, intentando hacer un juego de palabras, «los herederos de Cascos son ya la FOX, el híbrido entre Foro y Vox».

Sea cual fuera de estos tres escenarios, tendrían una consecuencia directa: el roce con el PP. Porque una cosa es que uno por su cuenta y riesgo pacte con la izquierda, y otra que lo haga un bipartito que tiene como socio a los populares, a los que poco gustarían esas cesiones.

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Con todo, la solución apunta, tras el sábado, a ser más sencilla que todo eso. El primer paso ha sido que, de esos dos votos que aportaba Vox, el gobierno solo necesita uno para sumar la mayoría absoluta, y el edil Óliver Suárez parece estar caminando en esa dirección. Por lo pronto ya ha dicho que no comparte la postura de Vox en estos meses en las competencias que tenía su compañera y portavoz municipal, Sara Álvarez Rouco. El siguiente paso podría estar en su salida de la formación. Él ya dijo este sábado que quiere seguir trabajando por Gijón y que eso se hace desde el gobierno. Él daría estabilidad al gobierno, y a las cuentas.

Volviendo a los plazos. El gobierno, que no ha frenado su actividad con los últimos acontecimientos, quiere tener el proyecto de presupuestos para principios de diciembre. Con la mayoría garantizada, no habría problema para que entren en vigor con el 2024.

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