Secciones
Servicios
Destacamos
Cien días de tripartito, y unos pocos de convulsión. Los rescoldos de la crisis de gobierno amenazan con convertirse en incendio dentro de Vox. Los rumores que circularon por la Casa Consistorial desde el miércoles están a un paso de ser algo más que eso. ... El concejal de Vox, Óliver Suárez, presidente de Divertia hasta estos días, prendió ayer una mecha cuyas consecuencias aún son incalculables.
El inicio de esta historia podría fijarse en el pasado miércoles aunque, en realidad, lo exacto sería ubicarlo en el momento en el que Carmen Moriyón pactó con Vox su entrada en el gobierno, garantizándose el puesto como alcaldesa. Casi desde ese mismo día empezaron los desencuentros. Una relación entre socios que nunca existió y que obligó a la regidora a desautorizar por la vía de los hechos a los concejales de Vox. Foro, como el PP, apoyó la moción impulsada por la izquierda a favor de los artistas en asturiano, la fachada del Ayuntamiento se iluminó con los colores de la bandera LGTBI el 28 de junio y se garantizaron las políticas feministas.
Noticia relacionada
Vox calló. Dieron a entender que los suyos, los dos ediles, iban en un bloque sin fisuras. Y hasta cuando Carmen Moriyón les echó el miércoles del gobierno, los dos, Sara Álvarez Rouco y Óliver Suárez, se fotografiaron juntos en la rueda de prensa en la que la edil dio su versión de los hechos.
Pero algo de esa desunión empezaba a barruntarse. El edil estaba, sí. Pero por los pelos. Unas horas antes, ya con esa rueda de prensa convocada, no tenía constancia de la misma. De hecho, allí no tomó la palabra. Ni allí, ni los días siguientes. «He estado callado porque algunos acontecimientos cuesta asimilarlos», afirmó ayer en la sala de la prensa del Ayuntamiento, donde convocó a los medios de comunicación de urgencia para la lectura de un comunicado. Sin preguntas. Eso sí, desde que pisó la sala dejó clara una cosa, que intervenía a título personal. Como concejal, sí, pero sin consultar con nadie más que su propia conciencia.
Noticia relacionada
Vayan tomando nota de las pistas que se han ido dejando en este relato de tres días. Porque, y con esa perspectiva que da el tiempo, aún queda alguna más. El comunicado de Óliver Suárez comienza poniendo las cosas en contexto. Y para eso no hay que remontarse muy atrás, basta con volver, una vez más, al miércoles. Y se vuelve uno a topar con una rueda de prensa de Vox, en este caso sobre el FICX, que fue la que desencadenó su expulsión del gobierno. Ese día la entonces todavía concejala de Festejos, Sara Álvarez Rouco, lanzó toda su artillería contra el festival de cine. Comunicó que se añadiría un premio 'ad hoc' en la edición de este año, y que no se garantizaba que premios como el 'Rambal', que otorga el colectivo LGTBI Xega, fueran a mantenerse. Óliver Suárez, que estuvo presente como presidente de Divertia, no se sumó a este diagnóstico. Ayer dijo que no estaba de acuerdo y desautorizó a su compañera, Sara Álvarez Rouco. «Hay que ser serios a la hora de tocar el festival, el membrete de internacional se consigue con tiempo y esfuerzo», afirmó. Dijo que «hay cosas que se pueden mejorar», pero que «todo requiere sosiego en el análisis y rigor», además de «diálogo». También defendió la «lealtad» con Foro y PP, a los que cree que no se ha involucrado en todo este proceso.
Si creen que aquí se queda el distanciamiento que marcó el concejal de Vox con su partido, se equivocan. Hubo más. El concejal subrayó su deseo de «trabajar por resolver los problemas de Gijón», y que no se entiende que «la cultura, la fiesta y la reivindicación de nuestras tradiciones estén para que las arcas municipales ganen dinero» sino para que «se genere reinversión en la ciudad». Además, pidió potenciar eventos «sin discriminación» porque «todas las personas tienen derecho a tener actos y participar en ellos».
¿Y entonces qué? Óliver Suárez lanza un misil contra su propia formación, contra lo que ha dicho y cómo lo ha dicho, lo que ha gestionado y cómo lo ha hecho, y se pretende separar de todo ello, aunque en estos meses haya ejercido como presidente de Divertia. Lo que quiere, en el corto plazo, es volver al gobierno. En primera instancia, con Vox. «Hago un llamamiento a las partes (Foro, PP y Vox)» para lograr dar «estabilidad al gobierno local». O sea, que regrese el tripartito.
Esta opción parece harto difícil, más bien imposible. Carmen Moriyón fue clara al expulsarles. Dijo que no permitiría ningún retroceso en libertades y en igualdad en Gijón. Y no parece que ninguna declaración a posteriori haya ido en otra dirección. Sara Álvarez Rouco acusó a la regidora de «fraude» por utilizar sus votos para alcanzar el puesto. Y eso fue casi lo más suave. Por eso, hoy por hoy, la postura de Óliver Suárez parece más cercana al gobierno, al bipartito de Foro y PP, que a su propio partido. Baste el relato hasta aquí para justificarlo.
Si quieren añadir sal a la historia, recuerden que Carmen Moriyón garantizó el jueves que habría presupuestos. Y Foro y PP suman 13 votos, a uno de la mayoría absoluta. En este punto cobra especial valor otra frase pronunciada ayer por Óliver Suárez: «Apelo a Carmen Moriyón, que debe elegir entre apostar por la estabilidad de la ciudad o entrar en negociaciones de quienes no han querido aportar nada». En cualquier escenario, dijo que «yo lo que quiero es hacer cosas por la ciudad, y eso se hace desde el gobierno, desde la oposición se puede hacer muy poco». Concluyó que «Gijón tiene un futuro brillante» y que su deseo es «seguir trabajando por la ciudad» así que «desde lo que de mí depende, no facilitaré el regreso de la izquierda».
En cualquier caso, toca esperar los movimientos de las próximas horas. Si Vox finalmente expulsa a su edil, pasando a ser concejal no adscrito. Y si, de consumarse, este -como todo parece indicar- vuelve al equipo de gobierno garantizando esa anhelada estabilidad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.