Ana González es aplaudida por los siete concejales que la arroparon en su día más difícil: Loli Patón, Manuel Vallina, Santos Tejón, Carmen Saras, José Luis Fernández, Salomé Díaz y Olmo Ron. FOTOS: DAMIÁN ARIENZA
PSOE de Gijón

Ana González renuncia a las primarias y asume su derrota «sin rencor ni dobleces»

La regidora dice que en estas semanas el lenguaje ha sido «casi beligerante» y que algunos «han dado el salto a lo personal». La alcaldesa subraya que agotará su mandato y señala a la Ejecutiva local como partícipe de un proceso concebido «para que yo no fuera la candidata» en las próximas elecciones

Sábado, 17 de septiembre 2022, 01:11

La liturgia en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento tenía toda la parafernalia de una despedida. Lo es. En diferido. «No participaré en este proceso», dijo Ana González. Lo pronunció casi al principio de su intervención, poco antes de despejar la otra gran incógnita: « ... Gobernaré hasta ese momento».

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Detrás, sus siete concejales afines (todos menos Marina Pineda, Natalia González y José Ramón Tuero). Uno a uno, recién dadas las 12.30 de la mañana fueron colocándose tras el atril desde el que Ana González reconoció la derrota. «He perdido, la Ejecutiva ha ganado. No quería perder, pero eso ahora mismo no tiene ningún valor porque lo importante es ser consciente y asumirla de la única manera que se debe hacer, sin rencores ni dobleces».

Porque, la alcaldesa sacó de la ecuación en todo momento al grupo de promotores de han liderado ese proceso. Enfocó a la Ejecutiva y contra ella, sin alzar la voz y sin una palabra mal sonante fue lanzando la artillería. «Ayer le llamé (Monchu García) para reconocer que habían ganado, y felicitarle a él y a toda la Ejecutiva y sus colaboradores en este proceso».

Nada apunta, escuchada ayer a Ana González que el enfrentamiento abierto esté cerca de apaciguarse. Todo lo contrario. Dice la alcaldesa que ella no pidió a los siete ediles que le acompañasen «porque las victorias se comparten y las derrotas se asumen en soledad», pero también subrayó su «apoyo y lealtad incuestionables».No ha pasado tanto de esta foto, la de ayer, con caras largas y con una Ana González de camisa negra en primer plano, de aquella en la calle de la Argandona, llegando a la Casa del Pueblo, dando ánimos antes de la Ejecutiva que puso las bases del proceso que la ha apartado de la Alcaldía de Gijón. Fue la última vez que se les fotografió juntos, y casi la última vez que se les escuchó porque desde agosto se evitó responder a cuestiones internas. ¿Y los tres concejales que completan el equipo de gobierno? «Claro que me hubiera gustado que me acompañaran, pero la vida no es solo lo que uno quiere», admitió.

El lenguaje, medido, era de rivalidad. De un mismo partido con dos bandos. Un vocabulario de ganadores y perdedores. «El proceso lo abrió la Ejecutiva para ver quien será la candidata en las próximas elecciones... o mejor dicho, para que no fuera yo», sentenció. Dice Ana González que «soy consciente de la situación y hay que asumirla». Todo en una rueda de prensa que dijo que «no era fácil» pero en la que quiso agradecer, además de a los concejales que la acompañaron, a los vecinos y vecinas de Gijón, a la familia y a los miembros de la agrupación que le han trasladado su apoyo. También, con voz quebrada, recordó los mensajes que ha recibido estas semanas de sus exalumnos.

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Fue media hora, ayer sí, sin rehuir ninguna pregunta. Los dos mensajes que quiso dejar claros es que seguirá hasta el último día al frente del Ayuntamiento, y que no presentará a las primarias porque, insistió «era un proceso para quitarme a mí». Se entendió que la relación con Monchu García es tirante. A él ni siquiera le había comunicado la decisión de no presentarse, solo una conversación telefónica instándose a verse el próximo lunes. No así con Adrián Barbón y Gimena Llamedo, con quienes presumió de amistad y afecto. Y si a Gijón, y su Ejecutiva se refirió en términos cuasibelicistas, a la dirección regional la sacó de la ecuación. «La FSA ha cumplido con su posición. Hace que sea una buena Ejecutiva, y un buen secretario general y una vicesecretaria de Organización». Ellos fueron su principal apoyo las últimas semanas, cerrando filas sin fisuras con Ana González.

Del tono de estos días, la alcaldesa no señaló a ningún culpable aunque reconoció haberse sentido atacada en lo personal. «Ha habido un lenguaje duro y beligerante y creo que se ha dado un salto a lo personal». Le restó importancia a lo que se ha escrito sobre sus orígenes ovetenses. «Para mucha gente es importante. Alguna me hizo culpable de dónde había nacido».

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Al acabar, casi con la misma liturgia del principio, aplausos de los concejales que la arroparon, que uno a uno, en fila, fueron saliendo de ese Salón de Recepciones, con la mirada escrutadora de Jovellanos, volviendo, también Ana González, cada uno a su despacho.

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