La experiencia paranormal de Ana Obregón y su hijo Aless Lecquio

Ana Obregón va cerrando ciclos ahora que ha cumplido los tres deseos que su hijo, Aless Lecquio, le expresó antes de fallecer en 2020: tener descendencia, publicar su libro y fundar una ONG destinada a la investigación oncológica. La llegada de su nieta al mundo, aunque polémica, ha llenado de luz la vida de la presentadora española, cada vez más alejada de ser la «madre mutilada con el corazón roto», que quedó tras el trágico suceso que tuvo que vivir.

La bióloga presentó el libro empezado por su hijo y rematado por ella, en el Hotel Palace de Madrid, donde habló sobre el duelo y la historia oculta tras las páginas de la publicación. También hubo hueco para las anécdotas. Obregón contó una experiencia paranormal que, aunque de primeras pueda resultar poco creíble, cuenta, dice, con el respaldo de varias testigos (Olga e Isabel, de Harper Collins, y su representante, Susana Uribarri).

«El día que tuvimos la primera reunión para formalizar que iba a terminar el libro. Me estaban intentando convencer pero yo no estaba muy segura porque no sabía si tendría fuerzas. Este libro es una catarsis pero con la que he tenido que revivir momentos profundamente dolorosos. Bien, pongo mi móvil sobre la mesa y de repente empieza a sonar. Miro y ¿de quién era la llamada?».

El número que aparecía en la pantalla era el de su querido hijo Aless Lecquio Junior y todos los presentes pudieron verlo, según relató en la presentación del libro, donde la directora de no ficción de Harper Collins corroboró la historia: «Era de Aless. Ana se lo enseñó primero a Susana, que se echó las manos a la cabeza y, muy nerviosa, nos enseñó cómo sonaba el teléfono. Y Ana decía '¡Pero si el teléfono de Aless está en un cajón apagado!», aseguró esta.

Ana Obregón tenía, por aquel entonces dudas sobre si debía o no continuar con el proyecto literario de su hijo, ya que seguir con él suponía revivir los momentos más duros y dolorosos de su vida. Esa llamada lo cambió todo y fue interpretada por la presentadora como una señal desde el más allá en el que su hijo la animaba a continuar con su libro. «Me dio fuerzas y me dije que tenía que hacerlo porque es lo que quería mi hijo», relató.

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