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J. M. P.
Jueves, 14 de julio 2022, 12:35
La Caldereta a la Innovación la recogió el 'bartender' Borja Cortina, pero el responsable del Varsovia (Gijón) quiso hacerla extensiva a todo el sector, «que ha trabajado mucho los últimos años para ponerse al nivel de sus compañeros los chefs, sumilleres y reposteros, y ser reconocidos en el mundo de la hostelería». Y no lo hizo solo con generalidades, sino aportando nombres y apellidos que llevaba bien apuntados en un papel. Se refirió primero a sus compañeros del Varsovia y continuó con los equipos de Mala Saña (Oviedo), Meeting Point (Avilés), El Patio de Butacas (Pola de Siero), Doble E (El Entrego), San Telmo y The Balance (Gijón).
Cortina empezó tras la barra por convicción y hoy su profesión es su gran pasión. Por eso salió en su defensa, «porque nosotros, como los restaurantes, cubrimos un espacio social necesario, somos un bálsamo para el día a día, catalizadores de historias y lugares de celebración e, incluso, de duelo», apuntó, al tiempo que se preguntó «cuántas parejas se han conocido e historias o negocios han empezado en un bar». Los aplausos lo respaldaron.
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Borja Cortina estaba feliz tras recoger «con orgullo» el premio en la categoría que este suplemento empezó a entregar en 2019 para celebrar el buen hacer de la hostelería en todo cuanto transcurre fuera de los fogones. Y lo estaba por otro motivo más allá de celebrar a todo un sector, y es que, en lo personal, era la primera vez que su familia le acompañaba a recoger un premio. A ella se lo dedicó: «A mi mujer e hijos, que me aguantáis cuando las cosas no salen y soportáis las ausencias; a mis padres por educarme en los valores del esfuerzo y el trabajo y ser un gran ejemplo, y a mis hermanos por dejarme aprender de vosotros, de vuestros errores y aciertos». Y se lo hizo extensible a los clientes, «que son nuestra razón de ser» en tanto «todo lo que ideamos y trabajamos es pensando en que sean un poquito más felices cuando nos visitan o, por lo menos, que se olviden de sus preocupaciones un rato». Por todo: «¡Viva la gastronomía y vivan los bares!».
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