Asturias mantiene sus estrellas y El Llar de Viri recibe el premio a la sostenibilidad

La ausencia de grandes novedades para Asturias en la gala digital, que presentaron Cayetana Guillén Cuervo y Miguel Ángel Muñoz, cayó como un jarro de agua fría sobre los cocineros de la región. Solo unas horas antes del evento, las quinielas apuntaban a que el Principado recibiría hasta tres nuevas estrellas Michelin. Que Asturias rompería su estancamiento lo daban por descontado, entusiasmados, varios chefs asturianos que ya cuentan con estrella y saben del impulso que supone el reconocimiento para cualquier negocio. Esperaban con ilusión, en un año extremadamente duro para el sector -como recordaron los responsables de la guía en numerosas ocasiones-, escuchar el nombre de alguno de sus compañeros a través de los altavoces de móviles y ordenadores

La noche, como contábamos, no pudo comenzar mejor. El Llar de Viri, de San Román de Candamo, obtenía una estrella verde. Pero no hubo más referencias a la región. La gala concluyó y Asturias, de nuevo, fue tierra yerma. Mantienen, eso sí, su distinción, y la excelencia de su cocina, Casa Marcial (con dos estrellas), Casa Gerardo, El Corral del Indianu, Real Balneario, Auga, La Salgar, Arbidel y El Retiro, todos estos con una.

«Emocionada, agradecida contenta...». A Viri Fernández se le acababan los adjetivos anoche para subrayar la inmensa felicidad que la embargaba. «La estrella verde confirma que no me equivoqué apostando por lo nuestro, valorando siempre lo de fuera, pero usando el producto de cercanía, cultivando mi propio huerto», explicaba. En él nacen cebollas, piparras, pimientos... que Viri cocina a fuego lento para sacarle todo el sabor a Asturias. Sus platos están ligados a la tierra y hunden sus raíces en las recetas más tradicionales. No en vano, es una de las caras más visibles del Club de Guisanderas asturianas, comprometidas guardianas del pasado gastronómico. Su proyecto sobrevivió al incendio de su restaurante y supo reinventarse para continuar haciendo patria con sus guisos. En su mesa no falta la fabada, ni el pote de castañas, el pitu de caleya o los huevos con picadillo. Producto del entorno que convierte, sin prisas, en suculento manjar.

En el ámbito nacional tampoco hubo grandes novedades. Ni España ni Portugal sumaron anoche ningún nuevo restaurante con tres estrellas. En el país ha habido únicamente tres nuevos dos estrellas: Bo.Tic, de Albert Sastregener, en Corçà; Cinc Sentits, de Jordi Artal, en Barcelona, y Culler de Pau, de Javier Olleros, en Reboredo. Por otro lado, hay 19 establecimientos que brillan por primera vez en la guía (el país luso ha sumado dos), pero ninguno en Asturias.