El PP y la izquierda ovetense se prometen capacidad de diálogo y consenso para este mandato

Entre los principales, el adelanto de las generales al próximo 23 de julio. En palabras del conservador, «me desconcierta totalmente, no lo sé si es bueno, si es malo y qué planes tiene el actual presidente. Lo que está claro es que tiene que irse de una vez y que si se va primero en julio, mejor que en diciembre, que se vaya ya y que no siga haciendo daño a España», ha manifestado con dureza. «Y no es porque sea socialista o no, esa persona no puede seguir al frente de la nación», ha matizado para admitir a renglón seguido su incertidumbre sobre si la decisión de Pedro Sánchez puede beneficiar o no al Partido Popular.

Al hilo de lo anterior, preguntado sobre si un posible cambio en el gobierno de la nación puede dar al traste con el futuro convenio de La Vega, lo mismo: incertidumbre. «Estoy preocupado, pero yo espero que se resuelva todo, de momento la ministra de Defensa sigue siendo la misma y yo creo que ese traspaso (el de los terrenos de Defensa a Transportes para construir mil pisos de alquiler asequible para jóvenes a través del Sepes) aún no se ha producido. «Es un problema de Oviedo, sí, pero también es un problema del ministerio, sea el ministerio que sea, con lo que yo espero que lleguemos a un entendimiento definitivo, se firmen los protocolos correspondientes, que aquello eche a andar y los que venden, que cobren», ha sentenciado.

Sobre su recién estrenada mayoría absoluta, que cristalizará tras el Pleno de investidura del próximo 17 de junio, ha señalado que su estilo de gobierno no va a cambiar, que se va a centrar en realizar las obras en marcha y ejecutar lo antes posible todas las prometidas en campaña, como el anunciado teleférico hasta la cima del Naranco y que dialogará con los partidos de la oposición. «Me gusta mandar, pero yo reparto las responsabilidades y doy mucha libertad para trabajar, y eso lo hice estos cuatro años aquí, los veinte añosque estuve en el Centro Asturiano y durante toda mi etapa en la banca, donde llegué a tener 470 empleados. Yo quiero responsabilidad, los mejores conmigo y voy a seguir esa línea», ha advertido.

El alcalde llegó al Campo a eso de las doce y media del mediodía. Media hora después lo hizo el nuevo portavoz del PSOE, Carlos Fernández Llaneza, que obtuvo hace dos días siete concejales, uno menos que su predecesor, Wenceslao López. Este aprovechó también para celebrar el primer día festivo después de las elecciones y para reiterar la intención de su grupo de llegar a un gran pacto por la ciudad entre todos los grupos políticos. «Lo que queremos hacer es reiterar ese pacto por la ciudad, ejercer una oposición constructiva, siempre con Oviedo de fondo y con medidas para Oviedo, intentar consensuar y aportar lo que sea posible y defender nuestro programa, a la vez que intentando ejercer una tarea de oposición por el bien de los ovetenses, sumando voluntades y aunando soluciones en la medida de lo posible».

A pesar de todo, no ha habido foto de saludo entre Fernández Llaneza y Canteli, aunque estuvieron muy cerca los unos de los otros. Tampoco han asistido al reparto los tres ediles electos de Vox. Con quien sí hubo saludo, y caluroso, fue con Llamazares, el otro gran vencedor de los comicios, pues ha devuelto la representación a Izquierda Unida-Convocatoria por Oviedo al Ayuntamiento, con tres concejales. Este también quiso utilizar la ocasión para recordar uno de sus mensajes más repetidos durante la pasada campaña electoral: la necesidad de llegar a acuerdos para desbloquear Oviedo. A su juicio, «se trata de desbloquear los grandes problemas que tiene Oviedo, problemas urbanísticos, los problemas sociales y los que podamos tener en el futuro con el cambio climático y, en ese sentido, el diálogo debe ser fundamental. Tiene que haber grandes acuerdos, y de ahí negociar con otras administraciones porque, al contrario de lo que piensan algunos, los problemas de Oviedo no se quedan en Oviedo, sino que tienen mucho que ver con Asturias y con España», ha determinado.