Un sorteo antes del debate estableció la distribución de los atriles. Por la izquierda, el candidato de Sumar, Rafael Cofiño, la del PP, Esther Llamazares, el moderador, Juan Neira, la candidata del PSOE, Adriana Lastra y el de Vox, José María Figaredo. DAMIÁN ARIENZA

23J-Elecciones generales

Choque de bloques en el debate de los candidatos asturianos al Congreso

Los partidos de izquierda defienden su gestión y alertan de los riegos de recortes. PP y Vox urgen bajar los impuestos para estimular el empleo

Ramón Muñiz

Gijón

Jueves, 13 de julio 2023, 01:03

Dos visiones sobre lo vivido en Asturias y las soluciones que urgen se enfrentan en estas elecciones y ayer por primera vez pudieron explicarse y contrastar argumentos. EL COMERCIO organizó el primer debate de la campaña con los cabeza de lista de los cuatro ... partidos que lograron escaño por Asturias en el Congreso de los Diputados. Fue un encuentro donde cada uno pudo hablar y ser escuchado, condiciones que aseguró el moderador, Juan Neira.

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De un lado, PSOE y Sumar defendieron que Asturias reduce el paro y piden evitar a una derecha en la que ven recortes. «El empleo se ha disparado con la reforma laboral. España es el país de la UE que antes ha bajado del 2% de la inflación, las medidas del Gobierno de coalición funcionan», expresó Adriana Lastra, número 1 de los socialistas al Congreso. «La reforma laboral ha creado 88.000 contratos, ha subido el salario mínimo interprofesional, las pensiones se han incrementado de media 1.077 euros y no un 0,25% como propuso el PP», comparó Rafael Cofiño, su homólogo de Sumar.

PP y Vox por contra ven una Asturias en regresión, con escaso empleo juvenil, la industria destruyendo puestos de trabajo, la sanidad presa de las listas de espera y los impuestos ahogando al ciudadano. «El infierno fiscal y la barbaridad burocrática en la que se ha convertido la Administración impide a las empresas crecer y crear empleo», opuso Esther Llamazares, en nombre del PP; consideró que las estadísticas del empleo son objeto de «una manipulación con los fijos discontinuos que no engaña a nadie. Son personas a las que se contrata para trabajar unos meses del año y el resto del tiempo cobran el paro, pero computan como trabajadores en activo».

«Somos la región más envejecida de Europa, la de menos natalidad y más desempleo juvenil», añadió José María Figaredo, número 1 de Vox, quien apostó por promover «una reforma radical». «En el último año España ha recaudado más que nunca en su historia a pesar de que los españoles nunca han sido tan pobres. La Administración se llena los bolsillos con el dinero de los trabajadores y autónomos y al final un mileurista es en realidad un 'dosmileurista' al que el Estado le ha quitado la mitad de lo que gana», manifestó.

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La candidata socialista asumió que «queda mucho por hacer» pero repuso que las estadísticas del paro «se hacen de la misma forma desde hace 30 años». La fiscalidad «debe ser progresiva y sería un error eliminar los impuestos a los beneficios extraordinarios de las eléctricas. Cuando ellos hablan de bajar impuestos es a las grandes eléctricas».

«Hay personas con cierta dificultad para entender las cosas», replicó Llamazares. «Nosotros no decimos que haya que quitar impuestos a las empresas; de lo que habla Feijóo es de no aplicarlos sobre la facturación, sino sobre los beneficios», concretó.

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Cuestión de igualdad

Por el flanco progresista sumó argumentos Rafael Cofiño, quien vio intolerable que presidentes de multinacionales ganen millones «mientras el 12% de las familias tienen problemas para llegar a fin de mes». Su partido insta a que «pague más quien más tiene y no se penalice a la mediana y pequeña empresa. Un país con gran desigualdad es un país que no va hacia delante».

«Mezclas teóricas buenas intenciones con mentiras», atajó Figaredo. «Más del 60% de la recaudación viene de las pymes y las personas físicas, es a ellos a los que hay que aliviarles y quitarles lastre. Todas vuestras recetas son comunismo viejo un poco perfumado», resumió.

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El turno del medio rural trató de enfocarlo la candidata del PP en el lobo. «La primera medida y más importante que tomaremos es revertir la situación y sacarlo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial», prometió. Los ganaderos cobran ayudas por cada res atacada que «para nada compensan su pérdida, y encima llegan uno o dos años después», agregó.

«Está bien hablar del lobo, pero los ganaderos tienen problemas mayores», relativizó el candidato de Vox. «Estuve en Suarias, habían desahuciado a un ganadero joven de su cuadra porque las nuevas normas que se inventan PSOE y Podemos dicen que no puede haberlas en núcleo urbano», recordó Figaredo.

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Los representantes de la izquierda dirigieron la discusión a otros derroteros. «En esta legislatura hemos conseguido una reforma de la PAC que conlleva que 9.000 ganaderos y agricultores reciban hasta 600 millones por periodo y por primera vez se reconocen las peculiaridades de la cornisa», ahondó Adriana Lastra.

Los problemas del mundo rural «son muy complejos, ojo con darles soluciones sencillas que nos metan en callejones sin salida como con la tuberculosis bovina en Castilla y León», previno Rafael Cofiño. El candidato de Sumar propuso «conectar» a los agricultores y ganaderos locales con los colegios, hospitales y negocios de turismo rural de la zona. También «limitar los precios de los alimentos básicos para que tengamos una alimentación saludable».

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La variante de Pajares monopolizó el capítulo de infraestructuras. Lastra celebró que se abra este año «después de muchos años de retraso porque el PP, a través de Cascos, intentó que no hubiera tráfico mixto y que las grandes empresas no sacaran sus mercancías», algo que les permitirá «reducir un tercio de los costes».

«Debería darles vergüenza hablar de la variante. ¡Si la han inaugurado 17 veces!», anotó Figaredo. Esther Llamazares aseguró que fue un Gobierno del PP quien puso la primera dovela «y será Feijóo quien la inaugure».

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Los 60 minutos fueron discurriendo de tema asturiano en tema asturiano, sin perder de vista el marco nacional. Lastra lamentó que la política estatal empiece a acostumbrarse a «la mentira pero déjenme que desmienta una. Quien más aumentó la deuda fue el PP, 62.000 millones para rescatar a la banca. Nosotros lo hicimos en 25.000 para rescatar a los ciudadanos». Llamazares lamentó que su oponente recurriera al «miedo» al PP.

«Los partidos progresistas son los que tiran de la sociedad y los derechos en favor de una mayoría social. Los conservadores se oponen pero luego acaban reconociendo esos avances», defendió Cofiño. «Progresista es a progreso como carterista a cartera», replicó Figaredo.

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