ÓSCAR PANDIELLOALEJANDRO FUENTE
LANGREO.
Martes, 17 de septiembre 2019, 02:27
La multitudinaria marcha que ayer discurrió entre la planta de Vesuvius en Riaño hasta el Ayuntamiento de Langreo contó con una doble lectura. La primera, evidente por la situación de la plantilla convocante, fue la de unir las fuerzas de toda una comarca ante ... un conflicto laboral que se prevé, cuanto menos, largo y complejo. El segundo, según quedó patente con la lectura del manifiesto -que corrió a cargo de la propia alcaldesa de Langreo, Carmen Arbesú- y en los continuos cánticos de los trabajadores, estuvo relacionada con un problema que ya parece crónico para Asturias: la paulatina pérdida de peso de la industria con el cierre o la disminución del empleo de numerosas empresas asentadas desde hace décadas en la región.
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La convocatoria, que marca el inicio de un intenso calendario de protestas que se alargará a lo largo de las próximas semanas, fue un éxito en afluencia. Así, los cientos de personas que arrancaron desde la planta de Riosa -trabajadores y familiares, en su mayor parte- se convirtieron en miles al confluir frente al Ayuntamiento de Langreo. Todo un espaldarazo a la postura de la plantilla, que vio como los negocios de Langreo, desde tiendas de ropa a cafeterías pasando por supermercados y mercerías, cerraban sus puertas al paso de la marcha para unirse a ellos en su camino al Consistorio.
Una vez allí, la alcaldesa, Carmen Arbesú, tomó la palabra en nombre de los partidos con representación municipal -PSOE, Unidas por Llangréu, PP y Ciudadanos- para cerrar filas con los trabajadores y denunciar la «deslocalización premeditada y fría» que, a su juicio, ha planteado la empresa. «Entre la gente de este concejo solo se encuentran reacciones de asombro y rabia por una decisión inexplicable. Los langreanos y las langreanas nos encontramos cara a cara con la enésima decisión de una empresa que pone la codicia y el lucro por encima de cualquier otra consideración», aseveró la regidora ante los numerosos manifestantes, 7.000 según los organizadores, que se agolparon frente a la Casa Consistorial.
El impacto de un eventual cierre, según continuó la alcaldesa, no se concentra solo en los más de cien trabajadores y sus familias, sino que toda la zona se vería afectada con una nueva pérdida en su ya mermado tejido empresarial. «Perder empleos industriales, nivel de actividad e ingresos es un nuevo varapalo inmerecido a la economía de esta comarca», subrayó. El Ayuntamiento, en este sentido, se comprometió a que el concejo se unirá en defensa de los puestos amenazados y, en general, «en defensa de todos los empleos que tanto necesita este concejo para levantar cabeza y volver a ser un centro industrial activo».
En relación a la situación de Asturias y de las demás empresas que cuentan con una situación similar a la de Vesuvius, Arbesú se comprometió a que el concejo levantará su voz en todas las instituciones, incluida la europea, para que su conflicto laboral sea escuchado como ya lo fueron los de Tenneco o el de Alcoa. «Es todo el modelo social del continente lo que está en juego en vuestra parcela del polígono de Riaño. Es hora de que la política decida si permite esta globalización sin frenos ni bridas morales o si exigimos a las empresas que se impliquen en las condiciones de vida de sus trabajadores y de las comunidades en las que se instalan», concluyó.
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Durante la marcha, a la que se sumaron los cinco alcaldes del valle del Nalón y representantes de todos los partidos políticos de la Junta General, se escucharon cánticos reivindicativos como «Vesuvius se defiende luchando», «Asturias ponte en pie» o «Queremos futuro». Este último, sobre todo, coincidiendo con la llegada de la marcha al instituto Santa Bárbara de Langreo. Allí fueron recibidos por numerosos alumnos y profesores del centro. «Queremos que tengan conciencia social», argumentó una de las docentes.
El presidente del comité de empresa de la planta, Juan Manuel Sánchez Baragaño, fue el encargado de liderar la marcha y de animar a los vecinos a acompañar a los trabajadores durante la siguiente comitiva, que tendrá lugar el próximo martes. El destino, en este caso, será la Junta General del Principado. «Tenemos que parar a esta gente que viene a sacarnos el sudor y luego quiere dejarlo todo como un solar. Caminamos por les cuenques y por Asturies, no solo por Vesuvius», defendió Baragaño.
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También agradeció la presencia de varios trabajadores de Alcoa, Hunosa o Dia, quienes también se acercaron a la marcha para solidarizarse con los empleados de la planta de Riaño. «Tenemos el apoyo de la gente de aquí, y eso es una inyección de adrenalina. La palabra esperanza suena hueca si no luchas y tenemos fuerza porque sabemos que tenemos la razón», aseveró.
El secretario general de CC OO de Industria, Damián Manzano, considera que Vesuvius se ha quedado «sola frente a toda Asturias» y que se probará que la planta asturiana da beneficios. «No es un ERE, es un despropósito, y esto se ha demostrado con una cuenca desbordada de solidaridad», concluyó.
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Ángel García, líder de la Unión Comarcal de UGT en el Nalón, también acudió a la marcha para tratar de «revertir una situación que parece que no tener solución». «Aquí vemos que desde el ámbito político y social estamos todos a una con los trabajadores y así seguiremos», aseveró. El representante sindical afirmó que «no se puede consentir» que las empresas se marchen de Asturias «dejándonos una situación de desolación total, sin empleo, sin estabilidad y llevándose los mejores frutos de la industria».
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