El aviso de la Seguridad Social a los padres con hijos menores de 26 años

Cuando un bebé llega al mundo en España y sus padres le inscriben en la Seguridad Social, su alta se vincula con la de uno de sus progenitores. Pasa, de este modo, a ser beneficiario del asegurado, que es quien cotiza en el sistema y del que emana el derecho de la atención sanitaria.

Esta situación se prolonga durante la infancia e incluso durante los primeros años de la mayoría de edad. Según detalla la Seguridad Social, tendrán la condición de beneficiarios de un asegurado los cónyuges y parejas de hecho, los separados con una pensión compensatoria y los descendientes menores de 26 años y, en caso de ser mayores, aquellos que tengan una discapacidad reconocida en un grado igual o superior al 65%.

Si antes de alcanzar esa edad los hijos consiguen un trabajo y son dados de alta como empleados, la situación varía. Abandonarán el 'status' de beneficiarios y contarán con su propio número de la Seguridad Social. Sin embargo, ¿qué ocurre si simplemente se trata de un trabajo temporal que se acaba?

La Seguridad Social ha utilizado las redes sociales para aclarar qué sucede en esa situación, relativamente habitual. El organismo explica a los padres que, en caso de que el joven continúe conviviendo con ellos y permanezca a su cargo, tiene derecho a la asistencia sanitaria de nuevo como beneficiarios.

De este modo, su alta en la Seguridad Social volvería a estar asimilada a la de su familia, al menos hasta que cumpla los 26 años o encuentre un nuevo trabajo, bien como autónomo o por cuenta ajena.

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