La protesta del transporte se recrudece y la flota pesquera para por completo

Alrededor de 400 camiones y 40 tractores se concentraron entre las calles Hermanos Menéndez Pidal y la avenida de Galicia en torno a las 11 de la mañana. Allí, los conductores se bajaron de sus vehículos para dirigirse a pie hasta el Calatrava, que tuvo que ser blindado por la Policía y donde se exhibieron pancartas en las se podía leer: 'No somos héroes ni fascistas, solo transportistas', 'SOS transporte, no aguantamos más' y 'Este problema es de todos'.

La mayoría de los asistentes no trabaja desde el lunes «por culpa de las injusticias que está haciendo el Gobierno». «Tengo una empresa con dos camiones y pago el doble por los carburantes que hace un año», señaló Paulino López, para quien la subida de los combustibles «fue la gota que colmó el vaso» en una situación que es «mala desde hace tiempo». El presidente de UITA, José Fernández, pidió a los transportistas «seguir aguantando» para no acabar «esclavizados todos». «Estamos trabajando por debajo de los costes, tenemos que seguir luchando y ganar esta batalla», subrayó.

También afeó las palabras de la Ministra de Transportes, Raquel Sánchez, quien tachó a los convocantes del paro de «extremistas». «Fuimos los que en 2020 (en referencia al confinamiento) anduvimos por las carreteras sin tener dónde descansar, comer o dormir con seguridad, pero ahora nos quieren hacer trabajar gratis», dijo Fernández. Alfonso Artidiello, presidente de Asturias Ganadera, defendió que se apliquen «precios dignos porque diariamente se está cerrando una explotación ganadera». «Asumir los costes impuestos nos lleva a pérdidas a nosotros y a los transportistas», apuntó.

El paro del transporte golpea de lleno al resto de sectores económicos, que han visto muy mermada su actividad por la falta de materiales y la imposibilidad de trasladar sus productos a los puntos de venta. Sobre esta situación «muy crítica» se pronunció el consejero de Industria, Enrique Fernández, quien indicó que el Principado está recibiendo continuas llamadas de empresas «que están teniendo dificultades», a las que ofrece su colaboración «para que puedan desarrollar, al menos, sus servicios esenciales con cierta regularidad, de modo que no se vean abocadas al paro o al cierre». Una coyuntura que «en absoluto es sostenible en el tiempo, por lo que debería estar resuelta en días». A fin de lograrlo es necesario «diálogo, diálogo y más diálogo». Para Fernández, la única salida posible es que las partes se sienten a negociar para concretar «qué se puede acordar y qué no», pero es imprescindible «darle cierta racionalidad a esta situación porque las consecuencias no son asumibles».

Precisamente, Orovalle, que se ha visto obligada ya a reducir su producción, reclamó ayer «actuaciones urgentes» por parte de la Administración ante la falta de los materiales críticos para garantizar los servicios esenciales de seguridad y mantenimiento. Si no llegan cemento y áridos, «se producirán daños irreparables que pueden poner en peligro el futuro del yacimiento de El Valle-Boinás», en Belmonte de Miranda.

Todos en puerto. La flota pesquera asturiana y de toda España ha decidido no salir a faenar hasta el próximo miércoles, cuando tenga lugar la reunión entre los representantes de los pescadores y el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas. Este paro fue decidido el viernes por la Federación Nacional de Cofradías ante el «momento gravísimo» que sufre el sector pesquero tras la subida del precio de gasoil.

La decisión de amarrar la flota a puerto fue anunciada por el presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, Basilio Otero, quien pone la pelota en el tejado del Gobierno para encontrar soluciones. «La sostenibilidad del sector pesquero ahora mismo está en sus manos», afirmó Otero. El representante nacional de los pescadores reclama a Luis Planas «propuestas firmes, contundentes o inmediatas que impidan que el sector pesquero se vaya a pique»

En un comunicado, el presidente de la Federación Nacional de Cofradías afirma que, ante la subida del combustible, se ha alcanzado un acuerdo en el Comité Ejecutivo y la Comisión Permanente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores para que, «de forma urgente y extraordinaria», se acuerde solicitar el amarre de toda la flota española hasta la reunión con Planas «por la gravísima situación que atraviesa el sector pesquero». El paro afectará a unas 200 cofradías y 40.000 afiliados.

Entre ellos están los pescadores asturianos, que secundarán esta medida. De hecho, el sector pesquero de la región ya ha comenzado a parar, como ya avanzó el pasado miércoles EL COMERCIO. Aproximadamente el 30% de la flota hace días que permanece amarrada a puerto porque las cuentas no salen a los armadores, ya que con los precios del combustible disparados salir a faenar supone hacerlo asumiendo pérdidas. A ello se suma el paro de los transportistas que, aunque en menor medida que el problema de los carburantes, también afecta a la distribución del pescado.

Por ello, hasta el próximo miércoles la flota permanecerá amarrada a puerto, una medida que no se descarta pueda prolongarse si no las medidas que proponga Planas en la reunión de ese día no convencen al sector.