Principado, Fade y sindicatos confían en que los nuevos dueños de Thyssen mantengan el empleo

La transacción se esperaba desde hacía meses, aunque sonaron diferentes nombres entre los pretendientes de la división de ascensores, escaleras mecánicas y puertas automáticas de Thyssen. La venta afecta a los 900 trabajadores que forman parte de las plantillas de las tres instalaciones asturianas, que acogieron la noticia con relativa calma. «Tranquilidad nunca tienes cuando ocurre una cosa así, pero estamos trabajando bien y lo lógico es que todo siga igual», señaló ayer el presidente del comité de empresa de ThyssenKrupp Airport Solutions y responsable de Negociación Colectiva de CC OO de Asturias, José Manuel Cima. De hecho, las instalaciones asturianas tienen «resultados óptimos y una carga razonable de trabajo», aspectos que invitan a mantener una postura positiva sobre lo que vaya a suceder en los próximos meses.

No obstante, CC OO reclama información detallada acerca del proceso y las repercusiones exactas de la venta, así como que se extienda a todas las plantas del grupo el acuerdo alcanzado en Alemania entre el sindicato mayoritario, IG Metall, y los nuevos propietarios, que se comprometieron a garantizar el empleo en el país germano. «Queremos que esas reuniones se tengan para el resto de Europa y, por ende, para las plantas asturianas», apuntó Cima. Precisamente, para reclamar más información y compromisos sobre el empleo y la actividad, el sindicato se concentrará el lunes ante la sede de la Unión Europea en Madrid.

Las mismas peticiones sostiene UGT, aunque prefiere no movilizarse por el momento. «Nos trasladan que, en principio, vienen con espíritu de seguir con el proyecto y a potenciar las fábricas», indicó el presidente del comité de empresa de ThyssenKrupp Norte y responsable del área de Bienes de Equipo de UGT-FICA, José Ramón García. Coincidió con su compañero en que las instalaciones de la región son «solventes, competitivas y dan beneficios», de ahí que los trabajadores «no estén especialmente intranquilos». Esto no es óbice, en cualquier caso, para que exijan garantías de cara al futuro. «Buscamos que haya estabilidad y nuestra plantas sigan produciendo en Asturias» del mismo modo porque «Thyssen es una empresa seria que siempre cumplió», especificó García.

La misma aspiración que expresó el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade). «Lo único que cabe es esperar que los nuevos propietarios mantengan la actividad de las plantas asturianas, que vean Asturias como oportunidad», manifestó Belarmino Feito, quien destacó la profesionalidad y los resultados del centro de I+D y la rentabilidad de las factorías. El portavoz de la patronal no dudó en dar la bienvenida a los inversores y en ponerse a su disposición para que «estos empresarios impulsen la actividad en Asturias».

En la misma línea se pronunció el consejero de Industria, Enrique Fernández, quien recalcó que el cambio en la propiedad «no debería afectar, de ninguna manera, a la actividad económica y al empleo que tienen actualmente en Asturias». Asimismo, puso en valor que Thyssen es «una empresa modelo, con una planta competitiva a nivel mundial», por lo que confió en que «pueda seguir en Asturias por lo menos tantos años como los que ya lleva».

La alcaldesa de Gijón, Ana González, también se refirió a un asunto en el que «impera la tranquilidad» porque, apuntó, está previsto mantener el empleo, la línea de producción y el área de investigación. Aunque admitió que «siempre produce cierta inquietud» que el comprador sea un fondo de inversión, la regidora declaró que los responsables del centro de I+D de Gijón están «contentos y tranquilos» porque las informaciones apuntan a que la operación será positiva, ya que supone continuidad e impulso de la actividad, sobre todo en materia de innovación.

La transacción está sujeta a la aprobación por parte de las autoridades en materia de competencia, aunque ThyssenKrupp «no espera que tengan reserva alguna». Según explicó la compañía a través de un comunicado, la venta del segmento de elevación «es una solución favorable, no solo para la empresa, sus accionistas, clientes y empleados, sino también para el negocio de ascensores en sí».

En el consorcio, la multinacional alemana ha encontrado unos nuevos propietarios «con una amplia experiencia industrial y que ofrecen a la fuerza laboral un alto grado de seguridad». Los compradores, según Thyssen, tienen una sólida trayectoria en el crecimiento rentable y el fomento de empresas «para convertirse en campeones mundiales». Tras la firma del acuerdo de compra, la previsión es que el proceso no culmine hasta final de año.