Fani Mendoza está al frente de La despensa del Molín. J. M. Pardo

Potenciar con las redes sociales y escaparates, necesario para arrancar

Fani Mendoza, al frente de La despensa del Molín desde el pasado mes de diciembre, apuesta por «productos pegados a la tierra»

Domingo, 28 de enero 2024, 10:47

Hay quienes, pese a los malos datos, se embarcan en aventuras comerciales y frente a los cierres se animan a apostar por nuevos negocios de barrio. Es el caso de la chilena Fani Mendoza, que el diciembre pasado se puso al frente de La despensa ... del Molín, un comercio de alimentación gijonés que tiene la intención de ir reconvirtiéndose poco a poco. Cuenta esta emprendedora, casada con un español y que llegó a este país en julio, que la anterior dirección del local regentaba un negocio 'gourmet' que pasó del éxito al decaimiento hasta desaparecer por completo. Ello la ha animado a reconvertirlo y darle un aire diferente. Para empezar, «hay que potenciar el negocio y las redes sociales y cuidar los escaparates» para poder arrancar y mantenerse. «Es esencial».

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Su intención es derivar hacia productos de calidad «típicos de Asturias y también de León, porque veo que aquí los clientes están muy pegados a la tierra, les gusta consumir lo suyo y ahí veo yo que está el mercado».

Trabajar con emprendedores

De momento, ofrece a su clientela del Polígono embutidos y gastronomía de la comunidad vecina, y panes de hogaza y de masa madre porque «es lo que veo que le gusta a la gente». Paulatinamente, incluirá artículos artesanos y caseros. La panadería, la confitería y las empanadas presidirán un negocio que espera impulsar y ampliar. «Y también la miel y productos elaborados con ella, que aquí es muy buena y variada», dice. «Estoy tramitando convertirme, asimismo, en un punto de recogida de paquetería, como ocurre en otros comercios». Ello lo completará con recargas para tarjetas de transporte y también de telefonía. «Me gustaría trabajar con gente emprendedora, arriesgada, que te ofrezca nuevos productos, que se atreva a innovar».

Cuenta que recientemente fue el cumpleaños de su hija y contactó con una chica que elaboró una tarta digna de tener un largo recorrido. «Esas personas pueden contribuir a que un negocio prospere y se mantenga». Así, reconoce que quiere trabajar con «productos únicos», que son los que marcan las pautas para que una empresa, aunque sea pequeña, alcance cierto éxito. «Hoy el comercio ofrece mucho producto ultraprocesado» y ella huye de esa apuesta. No quiere ser 'gourmet', pero sí acercarse a productos mucho menos presentes en los comercios, pero que tienen un público que los reclama. Piensa que, pese a estar en un momento complicado económicamente, la sociedad «reconoce la calidad».

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