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La siderurgia reclama medidas inmediatas para salvar un sector esencial, pero la aplicación del Plan de Acción del Acero y los Metales no será tan ... inminente. Muchas de las medidas incluidas en esta estrategia, presentada el miércoles por la Comisión Europea (CE), se remiten al último trimestre del año e incluso a 2026. Además, hay que tener en cuenta que las tramitaciones comunitarias son prolijas y requieren de periodos amplios para su desarrollo. Este calendario entra en contradicción con las aspiraciones de la siderurgia. Sin ir más lejos, el consejero delegado de Arcelor en Europa, Geert Van Poelvoorde, señaló recientemente que el sector tiene un año para lograr su salvación.
A continuación, desglosamos las fechas fijadas por la Comisión para ejecutar las medidas recogidas en sus siete ejes principales:
Garantizar el acceso a fuentes verdes y asequibles
Una actuación clave del Plan de Acción del Acero y los Metales es facilitar el acceso a energía limpia a precios competitivos. Aunque hay algunas medidas más cercanas, como la adopción en las próximas semanas de un acto delegado sobre hidrógeno bajo en carbono y la publicación, en el segundo trimestre, de los principios rectores que identifican las condiciones bajo las cuales se concederán inversiones anticipadas en proyectos de red, las actuaciones de mayor calado no llegarán hasta la segunda mitad del año.
Así, la Comisión abrirá en verano la tercera convocatoria del Banco de Hidrógeno, diseñada para apoyar la producción y, por lo tanto, facilitar el acceso a los compradores industriales, incluido el acero. Y hay que tener en cuenta que los proyectos necesitan años para su ejecución. En el último trimestre, propondrá facilitar el acceso a la red a proyectos de electrificación de industrias de alto consumo energético. También en la recta final de 2025, proporcionará orientación a los Estados miembros sobre el diseño de contratos por diferencia, incluida su combinación con contratos de compra de energía a largo plazo (PPA). Además, en el contexto de las revisiones del régimen de comercio de derechos de emisión que se aplicará a partir de 2026 y del Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM), la Comisión «trabajará para garantizar medidas adecuadas (directrices u otras formas) para la compensación de los costes indirectos de CO2 después de 2030».
Prevenir las fugas de carbono con la revisión del CBAM
Precisamente, otro aspecto prioritario dentro del plan del acero es el llamado arancel ambiental, que la CE y el sector consideran necesario revisar para proteger al mercado europeo del acero 'sucio' de países extracomunitarios. En el segundo trimestre, la Comisión publicará una comunicación con un análisis y opciones para abordar el problema de la fuga de carbono de los productos exportados desde la UE a terceros países.
Pero no será hasta el cuarto cuando lleve a cabo una revisión «exhaustiva» del CBAM, acompañada de una estrategia antielusión y una primera propuesta legislativa dirigida a ampliar el ámbito de aplicación del arancel a determinados productos derivados con un uso intensivo de acero y aluminio y que incluirá medidas adicionales para evitar que terceros países esquiven esta obligación. La ejecución de los cambios aún se demorará más.
Proteger las capacidades industriales europeas
A raíz de la guerra arancelaria iniciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, revisar las medidas de salvaguarda es urgente a juicio de la CE, que ha propuesto ajustes que entrarán en vigor el próximo 1 de abril. Asimismo, el Ejecutivo comunitario está dispuesto «a utilizar los instrumentos de defensa comercial e iniciar una investigación sobre salvaguardas en el sector del aluminio inmediatamente después de que se presente una solicitud debidamente justificada».
«A más tardar» en el tercer trimestre, la Comisión propondrá una medida que sustituya las salvaguardas del acero a partir del 1 de julio de 2026, «lo que proporcionará un nivel de protección muy eficaz contra los efectos negativos relacionados con el comercio causados por el exceso de capacidad mundial». Además, llevará a cabo la investigación sobre las salvaguardas de las ferroaleaciones «con celeridad», con fecha tope en noviembre de este año. También evaluará la introducción de la norma de 'fundido y vertido' ('melted and poured') para rastrear el país donde el metal se fundió originalmente.
Promocionar la circularidad de los metales
El aprovechamiento de los metales también es esencial en la estrategia europea. Por ello, la CE señala que «considerará medidas comerciales para garantizar una disponibilidad suficiente de chatarra» en el tercer trimestre de esta año como muy tarde. La chatarra servirá, por ejemplo, para abastecer al nuevo horno híbrido de arco eléctrico que se está construyendo en la planta de Arcelor en Gijón, que también podrá funcionar con prerreducidos de hierro.
En cambio, no será hasta el cuarto trimestre de 2026 cuando el Ejecutivo comunitario presente el estudio de viabilidad sobre las obligaciones de porcentaje reciclado para el acero y el aluminio, en virtud del reglamento sobre vehículos al final de su vida útil. Esa misma fecha es la que maneja para prepararse para introducir compromisos de contenido reciclado para el aluminio en productos de construcción relevantes y «mejorar el mercado de materias primas secundarias en la UE como parte de la Ley de Economía Circular».
Normativa esta última que la CEpropondrá, igualmente, en la parte final de 2026, con el objetivo de «seguir mejorando el funcionamiento de los mercados de materias primas secundarias y crear un mercado único para los residuos». Asimismo, evaluará la viabilidad de introducir obligaciones de reciclabilidad y/o de contenido reciclado para el acero, el aluminio y el cobre en productos específicos en virtud del Reglamento sobre la Reducción de Emisiones de Residuos (REER).
Defender la calidad de los empleos industriales
El plan del acero destaca la larga tradición siderúrgica de Europa y el papel protagonista de los trabajadores del sector. Con el objetivo de mantener el empleo en la transición energética, la CE plantea modificar el Reglamento del Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización en la primavera de 2026. Por su parte, el Observatorio Europeo de una Transición Justa supervisará el impacto de la transición en el empleo.
Reducir riesgos en proyectos de descarbonización
En el cuarto trimestre de este año, la Comisión propondrá, como parte de la Ley de Aceleración de la Descarbonización Industrial, introducir criterios de resiliencia y sostenibilidad para fortalecer la producción de productos limpios fabricados en la UE. También a finales del ejercicio, propondrá una reforma del Fondo de Investigación del Carbón y del Acero.
Este mismo año, con vistas al futuro Banco de Descarbonización Industrial, la Comisión lanzará una subasta piloto de 1.000 millones de euros para apoyar la transición a energías limpias y la electrificación de procesos industriales clave en diversos sectores, combinando los recursos existentes del Fondo de Innovación, lo que facilitará la electrificación de los procesos industriales del acero y el metal. «Se anima a los Estados miembros a combinar el apoyo del Fondo de Innovación con las subastas como servicio», apunta. Ya en 2026 y 2027, lanzará convocatorias «emblemáticas» en el marco del Fondo de Investigación del Carbón y del Acero.
Trabajar para implementar una transición justa
La CE recalca que supervisará «continuamente» la situación de la siderurgia, su resiliencia y la descarbonización, así como los posibles ajustes políticos necesarios, en diálogo con el sector, los interlocutores sociales y los colegisladores.
Garantizar el acceso a una energía limpia y asequible. Promueve la reducción de impuestos por parte de los Estados, ayudas del BEI, contratos por diferencia o elevar las compensaciones por el CO2 indirecto.
Prevención de fuga de carbono. Modifica el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM) para ampliarlo a derivados, se protegerán las exportaciones y se vigilará la elusión.
Promoción y protección de las capacidades europeas. Revisión de las medidas de salvaguarda comercial, introducción de la norma de 'fundido y vertido' y fortalecimiento de la vigilancia de los flujos comerciales.
Promover la circularidad de los metales. Estimular la demanda de materiales reciclados, establecer obligaciones de contenido reciclado y garantizar una disponibilidad suficiente de chatarra.
Defensa de los empleos industriales de calidad. El Observatorio Europeo de una Transición Justa supervisará el impacto de la transición en el empleo.
Reducción de riesgos en los proyectos de descarbonización. Fortalecer la demanda de productos limpios fabricados en la UE, más ayudas a los proyectos y a la investigación y simplificación regulatoria.
Trabajo conjunto en la implementación de una transición justa. Diálogo constante entre la industria, los sindicatos y otras partes interesadas.
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