«Oímos explosiones tremendas que hasta movían los cristales»

El incendio, la gran nube y el ruido de las sirenas sobresaltó a los vecinos de varias parroquias de la zona oeste de Gijón

I. GARCÍA/ I. VILLAR / A. SANTOS

GIJÓN.

Jueves, 23 de marzo 2023, 01:35

Poco antes de las seis de la tarde las alarmas saltaron en la zona oeste de Gijón, literalmente. «Estaba dentro de casa y de repente empecé a escuchar la sirena. Pensaba que podría ser un simulacro como los que hacen otras veces ... en Arcelor, aunque es verdad que cuando los organizan siempre nos avisan antes. Pero luego hubo unas explosiones tremendas. Se movieron los cristales y todo». Lo cuenta José Berdayes, presidente de la asociación de vecinos Vegas Bravas de Poago y cuya vivienda se sitúa «a unos trescientos metros» de la instalación industrial. «Fue tremendo, de mucho susto», ahonda al tiempo que celebra que el incendio «por suerte no fue muy largo» y agradece que «desde la fábrica me fueron informando en todo momento de cómo evolucionaba». Añade que «por suerte el humo no nos afectó porque venía viento del norte y lo llevó hacia Monteana».

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«Hubo humo, fuego, sirenas y la de mi madre», resumía precisamente desde Monteana su presidente vecinal, José Ramón Pérez Cotarelo. «Desde casa lo veía todo y la verdad que estábamos asustados. Por encima de la parroquia pasó una humareda exagerada», relataba al tiempo que lamentaba el enésimo problema provocado por el vecino siderúrgico. «No sé cómo pretenden solucionar algún día esto. El problema de contaminación de la zona oeste no son los coches, es otro. Y no se arregla poniendo aceras y carriles para los ciclistas», critica en alusión a las obras que acaban de ponerse en marcha para reducir el tráfico en varias calles del barrio de La Calzada. También en Monteana se encontraba en el momento del accidente Javier Alonso, vecino de la parroquia y extrabajador de Arcelor, donde estuvo 43 años. «Al ver una humareda tan tremenda ya imaginé que serían la acería o el horno alto», narraba.

En la vecina San Andrés de los Tacones Bryan Calvo asegura que su casa «quedó cubierta entera por encima por una nube naranja. No es la primera vez que nos llega aquí toda la contaminación y lo que debería hacer la administración es multar contundentemente a la empresa y reinvertir ese dinero en las parroquias afectadas, que siempre somos los mismos. San Andrés, Monteana y Poago estamos todo el año tragando polución».

Olor a azufre

José Luis Fernández, presidente vecinal de Serín define la situación como de «un gran susto» tanto por el sonido de las sirenas como por la gran nube, que «dejó olor a azufre» en parte de la parroquia. «La gente preguntaba '¿qué pasó, qué pasó?'. Porque hacer sonar las sirenas está muy bien, pero no sabemos ni qué significan ni qué hay que hacer cuando se oyen».

«Va siendo hora de que todas estas empresas empiecen a pensar en que los planes de emergencia exterior no son solo unos papeles para aprobar. Hay que hacer planes de evacuación no solo de los trabajadores, también de los vecinos. Hay barrios enteros que estamos cercados entre Arcelor y las empresas del puerto y esto solo es un aviso de lo que puede pasar», indica José Luis Rodríguez Peón, miembro de la directiva de la asociación vecinal de Jove y de la ejecutiva de la federación vecinal urbana, donde lleva los asuntos de medio ambiente.

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«Esperemos que se informe a los vecinos de lo que ha ocurrido y de las consecuencias para nuestra salud», pedía desde la asociación vecinal de La Calzada su presidente, Carlos Arias. El accidente en Arcelor también se hizo notar en Veriña, desde donde José Luis Nicieza aseguró apreciar una «intensa humareda». E incluso en el concejo de Carreño. «Se escucharon dos explosiones y rápidamente una sirena», aseguraba Aurora Fernández.

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