La acería de Avilés, durante las obras de remodelación. ALBERTO SANTOS

La siderurgia pide al sector público que apoye su descarbonización y compre acero sostenible

Declara su intención de ser neutra en carbono en 2050, pero pide ayudas para innovar y que la Administración sea motor del consumo «verde»

NOELIA A. ERAUSQUIN

GIJÓN.

Martes, 3 de diciembre 2019, 03:16

La industria siderúrgica está dispuesta a ser neutra en carbono en 2050, aunque pide ayuda para lograrlo. Lo hace a nivel europeo y también en España. Ayer, la patronal del sector a nivel nacional, Unesid, hizo público su compromiso con este objetivo en ... el contexto del inicio de la Cumbre del Clima, pero también puso negro sobre blanco los impedimientos que se encuentra y las necesidades que tiene para avanzar en ese camino. Para abordar este reto reclamó el apoyo de la Administración, a la que pidió que, igual que esta exige al sector que sea más sostenible, en sus compras públicas no se deje guiar solo por el precio y tenga en cuenta el esfuerzo innovador de los productores para ser más sostenibles.

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Lograr reducir a cero las emisiones de CO2 para 2050 es un reto que la industria cree «que es posible tecnológicamente y estimulante, pero tenemos que conseguir que sea viable», recalcó el presidente de la organización y consejero delegado de Acerinox, Bernardo Velázquez.

El problema es que hoy por hoy resulta imposible y menos aún si el esfuerzo que realiza la industria europea no se ve compensado y los clientes adquieren acero extracomunitario, más barato porque no tiene que hacer frente al sobrecoste que supone una legislación ambiental más restrictiva y el mercado de derechos de CO2, sin tener en cuenta los derechos laborales. En este sentido, Velázquez animó a la Administración a «hacer de motor» de un consumo responsable para concienciar a la sociedad e, incluso, propuso crear sellos de calidad ambiental de los materiales, para que el ciudadano de a pie pueda decidir qué adquiere realmente, por ejemplo, al elegir un coche o una nevera. «Las empresas europeas hacen muchas cosas, pero luego solo se compra por el precio», se lamentó el director general de la patronal, Andrés Barceló.

En este sentido, el sector pide a la UE más medidas de protección para la industria comunitaria, un arancel ambiental u otra fórmula que en vez de gravar la producción local lo haga sobre la venta. Algo que «técnicamente es muy complejo y políticamente más», como reconoció Barceló, que no espera que un mecanismo así se pueda imponer en el corto plazo, aunque valora el compromiso de la nueva Comisión Europea, que ha prometido actuar. «Y nos ha costado mucho convencerlos», apostilló, porque según argumentó si no la siderurgia cerrará en Europa y el acero vendrá de fuera, donde se contamina más, lo que hará un flaco favor al planeta.

Más allá de realizar compras públicas verdes e innovadoras, Unesid también reclama apoyo financiero para abordar las investigaciones que se realizan para sustituir el cok y el gas como combustible en la siderurgia integral. «La innovación, si la tienen que hacer solo las empresas, tardará más y la palabra de esta semana es emergencia», advirtió Barceló.

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Los proyectos ya están en marcha y pasan por la utilización del hidrógeno, la biomasa, el biogas, la electrólisis o la captura y uso del CO2, pero están muy lejos de ser económicamente viables.

4% de las emisiones

La siderurgia representa el 7% de las emisiones europeas de gases de efecto invernadero, una cifra que se reduce al 4% en España, donde el 70% de la producción proviene del reciclaje y solo quedan dos hornos altos, los de Gijón, último reducto de la siderurgia integral -la que parte del mineral de hierro-, que emite 1,9 toneladas por cada una de acero. El resto son hornos eléctricos, mucho menos contaminantes -190 kilos por tonelada- y que se dedican al reciclaje. De ahí que el país parta de una buena posición para reducir emisiones, aunque la industria integral siga siendo necesaria porque con el reciclaje no se abastecería la demanda interna.

Además, Unesid también insistió en que para que la industria sea neutra en carbono en 2050 necesita que la generación eléctrica sea verde, porque sus empresas no tienen potestad sobre el mix energético, pero que lo haga a precios competitivos. De ahí que una de las dificultades que destacaron sea, precisamente, el alto precio de la electricidad en España, más caro que en otros países del entorno, como Alemania o Francia. La otra fue la sobrecapacidad mundial, impulsada por gobiernos como el chino, que subvenciona las factorías «a las que les da igual ganar que perder y lo único que hacen es llevarnos a la ruina», subrayó Barceló.

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