La irrupción de la IA china DeepSeek desata un terremoto en las Bolsas mundiales

Lunes negro para el sector tecnológico en Bolsa. Los gigantes de esta y otras industrias ligadas al desarrollo de la inteligencia artificial (IA) vivieron ayer una auténtica sangría, despertando los peores fantasmas de la burbuja puntocom. ¿El motivo? La sorprendente irrupción de la empresa china DeepSeek, que ha puesto patas arriba los modelos de IA hasta ahora conocidos con el lanzamiento de un sistema, en principio, tan competitivo como ChatGPT, pero a un coste mucho menor que el empleado por Open AI o por Google. Y, sobre todo, con un consumo energético muy inferior al de sus competidores.

En resumen, DeepSeek –un desconocido para el mercado hasta hace poco– ha puesto en tela de juicio la necesidad de las multimillonarias inversiones de los grandes operadores estadounidenses para impulsar la IA.

La reacción del mercado no se hizo esperar y el principal damnificado fue Nvidia, inmersa en una ola de ventas que, al cierre de los mercados europeos, ya había provocado una pérdida histórica del 16% en su capitalización. En números absolutos, eso se traduce en 530.000 millones de dólares menos. Nunca antes se había visto tal destrucción de valor en una sola sesión.

La compañía deja así de ser la empresa más valiosa del mundo, con una capitalización que se ha desplomado hasta los 2,97 billones de dólares. Apple vuelve a recuperar el trono con un valor de mercado de 3,44 billones, e incluso Microsoft supera a Nvidia con 3,18 billones, pese a que sus títulos también cayeron un 3%.

Estas compañías no fueron las únicas en reaccionar a la llegada de la startup que amenaza con acelerar la guerra tecnológica entre EE UU y China. El miedo, como gran enemigo del mercado, no tardó en propagarse hacia otros gigantes como Broadcom, que llegó a dejarse un 18%, o SuperMicro, que se hundió un 11%. A este lado del Viejo Continente las bolsas resistieron al estar menos expuestas al sector. Pero la réplica sí llegó a valores como ASML (que fabrica equipos para producir chips de IA), con un desplome del 7% al cierre. Incluso Siemens Energy se hundió más de un 20% en Frankfurt, siendo esta compañía un importante proveedor de hardware eléctrico para infraestructuras de IA.

«La reacción del mercado ante lo que se percibe como un cambio radical en el panorama competitivo está resultando cruel», apunta Oliver Blackbourn, gestor de la firma Janus Henderson. Pero, ¿qué es lo que ha asustado tanto a los inversores? «El hecho de que haya surgido una herramienta potencialmente más eficiente para el procesamiento de la IA cuestiona la necesidad de los miles de millones de dólares de inversión que se esperaba en infraestructuras», insiste el experto. «Además, puede que su presión obligue a las estadounidenses a bajar precios», añaden desde XTB. Algo que se traduciría en menores ingresos para estas compañías.

Cabe recordar que los beneficios que, trimestre a trimestre, vienen experimentando compañías como Nvidia, se han utilizado para justificar las elevadas valoraciones del sector. Así que parecía evidente que cualquier noticia negativa en el sector pudiese generar una corrección. Pero pocos anticipaban que fuese tan fuerte como la ocurrida este lunes.

Las teorías que corren por el mercado son variadas, sobre todo después de que, este mismo lunes y tras el shock en los mercados, DeepSeek sufriese un ciberataque a escala global que le oboligó a limitar temporalmente la inscripción de usuarios. Ya se sabe que DeepSeek compró en su día chips H800 de Nvidia, unos semiconductores de menor potencia que se vendieron a China antes de la prohibición impuesta por la Administración Biden a estas exportaciones.

Según recogen los analistas con datos de la propia empresa, el entrenamiento de su nuevo modelo se ha desarrollado con apenas 2.048 de esos chips y una inversión de 5,6 millones de dólares, «un hecho impresionante si lo comparamos con las cantidades gastadas por OpenAI o Google», indican, estimando que la inversión en IA por parte de las grandes empresas tecnológicas estadounidenses alcanzó los 224.000 millones de dólares solo durante el año pasado.

Ante la enorme brecha, la duda es si los ingenieros de DeepSeek fueron capaces de potenciar los H800 que ya tenían en sus manos o si se hicieron con otros más potentes a través de intermediarios. Sea como fuere, la empresa se ha convertido en líder de descargas con valoraciones muy positivas de sus usuarios. Todo coincidiendo con el reciente anuncio de Donald Trump del llamado Proyecto Startgate, un plan millonario con el que el nuevo presidente de EEUU busca que el país se sitúe «a la cabeza de la revolución de la IA».

Un plan que fue presentado en la Casa Blanca junto a altos directivos de Softbank, el consejero delegado de OpenAI, Sam Altman, entre otros. La idea es crear una empresa independiente para invertir hasta 500.000 millones de dólares (480.000 millones de euros) en los próximos cuatro años en el desarrollo de la IA. Justo todo lo que Nvidia ha perdido en Bolsa este lunes.

La pregunta es si la desbandada inversora vivida es solo un aviso, una sobrerreacción de los inversores ante un mercado que ya había corrido mucho -con los denominados 'Siete Magníficos' cotizando en máximos históricos- o si estamos ante el verdadero pinchazo de la burbuja tecnológica. Algo que, de confirmarse, podría suponer el primer cisne negro del año, como se conoce a los eventos no previstos que ponen en jaque las previsiones del consenso.

«Creemos que la empresa americana es más avanzada; es lógico que el que desarrolla tenga que invertir más, y luego el resto vendrá detrás, pero si la idea es avanzar con la IA y ver hasta dónde llega, hay que confiar en las empresas americanas», apunta Manuel Pinto, analista de XTB.

De empeorar la situación, las consecuencias son imprevisibles. En un momento en el que los consumidores estadounidenses están más expuestos que nunca a los mercados bursátiles, los analistas advierten del riesgo de que se produzca una pérdida de confianza que, a medio plazo, podría ser clave incluso para la política monetaria de la Reserva Federal (Fed), que este mismo miércoles se enfrenta a una reunión clave en la que podría decidir frenar en su ciclo de bajadas de tipos de interés.

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