Nvidia hace historia con unos ingresos récord de 35.100 millones gracias a la inteligencia artificial

Para hacerse una idea de la magnitud de la cifra, antes de la pandemia -en 2019- las ganancias de Nvidia apenas superaban los 3.000 millones trimestre a trimestre. Y las previsiones de los analistas -cada vez más exigentes- apuntaban a unos 33.080 millones.

De la cifra total de ingresos, 30.771 millones corresponden a su negocio de centro de datos, que se ha convertido en el auténtico sostén de unos resultados que ya acumulan ocho trimestres consecutivos batiendo las expectativas del mercado.

Por su parte, el beneficio de la compañía se ha más que duplicado hasta los 19.309 millones de euros, desde los 9.240 millones que rondó hace justo un año. Unas cifras de nuevo impresionantes que, sin embargo, han sido acogidas con caídas -aunque moderadas- en el denominado mercado fuera de hora (donde se negocia tras el cierre de Wall Street).

La reacción del mercado evidencia, una vez más, lo complicado que resulta cumplir con las elevadas expectativas de los inversores en torno a la Inteligencia Artificial. Sobre todo porque Nvidia también ha puesto sobre la mesa su capacidad para seguir creciendo a este trepidante ritmo en los próximos meses.

En concreto, la compañía prevé que sus ingresos se eleven de nuevo hasta los 37.500 millones de dólares en el cuarto trimestre del ejercicio fiscal, que cierra a finales de enero. Una cifra que compararía con los 22.100 millones que logró un año antes y que pese a batir las previsiones del consenso, parece no ser suficiente.

En un comunicado, el fundador y director ejecutivo del grupo, Jensen Huang, insistió en que «la era de la IA está en pleno apogeo y la demanda de Hopper y la expectación por Blackwell, en plena producción, son increíbles». «La IA está transformando todos los sectores, empresas y países», indicó el carismático empresario, recordando que cada vez más empresas están adoptando esta tecnología para revolucionar los flujos de trabajo.

«Los países han tomado conciencia de la importancia de desarrollar su propia IA y el desarrollo de infraestructuras nacionales», expresó.

Con su imparable crecimiento, la compañía se ha convertido en el mejor termómetro de la evolución y el potencial futuro de la IA, con un notable impacto de sus cuentas no solo en su cotización, sino también en la de todas las grandes tecnológicas incapaces, por ahora, de competir con su máximo rival.

Este año, Nvidia acumula una revalorización en Bolsa cercana al 200%, comparando con el 23% que sube el S&P 500, el 21% del Nasdaq 100 o el 14% del Dow Jones, índice del que recientemente ha pasado a formar parte el fabricante de chips. Todo tras una espectacular subida del 238% en 2023.

Su capitalización se acerca ya a los 3,6 billones de dólares, consolidándose como la mayor empresa del mundo por valor de mercado, por encima de Apple (3,47 billones) y Microsoft (3,10 billones de dólares). Y, si esta noche sorprende positivamente, podría aspirar seriamente a ser la primera cotizada en la historia en superar los 4 billones de dólares de capitalización.

En contra juegan las exigentes valoraciones del sector, que aumentan el riesgo de que cualquier tipo de decepción acabe por generar un terremoto bursátil como el ocurrido en agosto, cuando pese a sus beneficios récord, la empresa anunció unas estimaciones más pobres de lo esperado. En una sola jornada llegó a perder 190.000 millones de dólares de valor en Bolsa, arrastrando con ella a los denominados Siete Magníficos.

Del mismo modo, algunos analistas apuntan a los esfuerzos que otras grandes empresas están realizando para alcanzar, aún sin éxito, a su rival en IA. «Creemos que es inevitable que los principales proveedores de hiperescala, como AWS de Amazon, Microsoft, Google y Meta Platforms intenten reducir su dependencia de Nvidia y diversificar su base de proveedores de semiconductores y software», señalan los analistas de Morningstar en un reciente informe.

«Las TPU de Google y los chips Trainium e Inferentia de Amazon se diseñaron pensando en las cargas de trabajo de IA, mientras que Microsoft y Meta han anunciado planes de diseño de semiconductores», recuerdan. «Entre los proveedores de semiconductores existentes, AMD está ampliando rápidamente su gama de GPU para dar servicio a estos líderes de la nube e Intel también cuenta actualmente con productos aceleradores de IA y probablemente seguirá centrándose en esta oportunidad», insisten.