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La sensación de inseguridad jurídica y el auge de los pisos vacacionales y turísticos estrangulan el mercado de vivienda en alquiler, hasta el punto de que en algunas de las zonas más tensionadas apenas se pueden encontrar inmuebles para arrendar. En concreto, los precios ... de los alquileres subieron en Asturias un 12% el pasado año respecto a 2022, según datos recogidos por un conocido portal inmobiliario, y hasta un 15%, según las estimaciones más conservadoras realizadas por la Asociación de Inmobiliarias de Asturias (Asocias).
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Para aliviar esta situación, los agentes inmobiliarios proponen modificar la Ley de Vivienda y ofrecer más garantías a los propietarios. «La principal causa de esta situación es la legislación actual, porque deja totalmente desamparado al propietario», explica Antonio Vega, presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Asturias. Señala que, en el escenario actual, lo que se produce es «la retirada de la vivienda en alquiler» para, en muchas ocasiones, «destinarla a uso turístico». Esto crea, en su opinión, un doble problema, porque por un lado se dispone de menos vivienda para larga estancia y, por otro, se disparan los precios con alquileres altos.
No obstante, el presidente del colectivo inmobiliario reconoce que el mercado asturiano «está estable dentro de lo que cabe», en comparación con otros lugares «mucho más tensionados» como Madrid o Barcelona. Aun así, Vega advierte de que «todo llegará», porque «Asturias es una comunidad autónoma que recibe los problemas con retardo». En este contexto, los agentes inmobiliarios denuncian que el Gobierno les ha excluido de las reuniones sobre la problemática de la vivienda en España, a pesar de que están presentes en el 75% de las operaciones que se hacen en el país.
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Inmobiliarias de Asturias, Katia Domingo, advierte de que las reservas de muchos propietarios a la hora de alquilar su vivienda son tales que prefieren tener los pisos vacíos o venderlos antes que arriesgarse a tener una mala y larga experiencia con los inquilinos. «En Gijón se calcula que hay unas 7.000 viviendas vacías que, sin embargo, no están llegando al mercado. Muchas de ellas se han destinado a uso turístico en estos últimos años, lo que ha derivado en una reducción del mercado de vivienda habitual», puntualiza.
La problemática del mercado del alquiler no es un asunto exclusivo de Asturias y, por ello, el Ministerio de Vivienda quiere poner en marcha fondos específicos para todas aquellas comunidades autónomas que declaren zonas tensionadas. Esta actuación está prevista en la Ley de Vivienda y establece que el Ejecutivo podrá desarrollar, en el marco de las competencias estatales y de acuerdo con la administración territorial, «un programa específico para dichas zonas de mercado residencial tensionado». La normativa establece también que se podrán adoptar «medidas de financiación específicas para ese ámbito territorial que pudieran favorecer la contención o reducción de los precios de alquiler o venta».
En concreto, se hace referencia a promover fórmulas de colaboración con las administraciones competentes y con el sector privado para estimular la oferta de vivienda asequible en dicho ámbito y en su entorno. Los problemas de acceso a la vivienda en alquiler son notables, pero en el caso de la compraventa la situación no es mucho más positiva. En la actualidad, se necesitan, en promedio, 7,6 años de salario íntegro para afrontar la compra de una vivienda y el esfuerzo no para de crecer. De ahí que las administraciones públicas cada vez centren más su atención en una problemática que parece estar lejos de solucionarse.
Las viviendas turísticas aumentaron un 24,61% en el Principado durante el último año –entre febrero de 2024 y el mismo mes de 2023–, hasta alcanzar un total de 7.240 pisos, que suponen el 1,07% del total de viviendas de la región, según datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En concreto, las viviendas turísticas de Asturias ofrecen 35.633 plazas.
Los municipios con mayor número de viviendas turísticas en el Principado se acumulan en todo el litoral, así como en Oviedo y en el entorno de los Picos de Europa. Como muestra, Gijón cuenta con 1.427 alojamientos de este tipo, mientras que Llanes dispone de 1.091. Por su parte, Oviedo tiene 921 viviendas turísticas y, en mucha menor medida, Cangas de Onís suma 341 y Ribadesella, 278. A más distancia se sitúa Avilés, que tiene cuantificadas 167. Por comunidades autónomas, Andalucía lidera el número de residencias turísticas, con 82.454 (+17,5%), seguida de la Comunidad Valenciana y Cataluña, con 59.413 (+19%) y 52.598 pisos (+15%), respectivamente. Les siguen Islas Canarias (46.784 y +9,6%), Islas Baleares (25.073 y -1,2%), Madrid (19.456 y +19%) y Galicia (17.883 y +21%).
En el total nacional, los pisos turísticos se incrementaron un 9,2% en España en el último año, según los últimos datos conocidos, con un total de 351.389. Esta tipología de domicilios representa el 1,33% del total de la vivienda que existe en territorio español, mientras que hace un año concentraba el 1,21%. Estas cifras son ya superiores al 1,29% que suponían en octubre del año pasado, con 340.424 pisos de uso turístico.
En cuanto a las plazas que suman las viviendas turísticas en España, alcanzaron la cifra de 1.751.263 en febrero, frente a las 1.545.368 del mismo mes de 2023, un 13,3% más, según la estadística publicada.
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