La industria asturiana se levanta ante el Gobierno: «Esto no es una transición, es una estafa»

Los mensajes fueron contundentes. «Para este Gobierno, somos un daño colateral de sus nefastas políticas industriales», lanzaba desde el escenario José Manuel Rodríguez Baltar, secretario general de CC OO en Avilés. La frase hace referencia a lo que ya ha venido a llamarse problemas estructurales de la industria asturiana. El primero, el precio de la energía. Los sindicatos reclamaron la puesta en marcha de mecanismos que abaraten la factura eléctrica de empresas como ArcelorMittal o AZSA, cuyas cuentas de resultados, y por tanto su permanencia en la región, se ven amenazadas por los altos costes que tienen que asumir y que las coloca en una posición de desventaja sobre sus competidores europeos. El caso paradigmático y muy recordado ayer es el de la antigua Alcoa, sobre la que se ciernen desde hace años negros nubarrones largamente advertidos por los sindicatos y que ahora se encuentra en una situación dramática, intervenida judicialmente después de sucesivos procesos de venta. «Alu Ibérica es la única industria que tenemos. Espero que se haga lo posible para echar a los empresarios, por llamarlos de alguna manera, que la gestionan ahora», afirmó el alcalde de Gozón, Jorge Suárez.

El clima que se vivió fue de hartazgo, pero también de decisión de seguir en la lucha. «Creo que podemos ir citándonos para la próxima movilización, porque esto no tiene pinta de cambiar», lanzó el secretario general de SOMA-Fitag-UGT, José Luis Alperi.

La elección de Avilés para hacer esta segunda movilización no fue casual. Este concejo, y en general la comarca, concentra buena parte de la industria electrointensiva asturiana, ahora amenazada por la descarbonización. «Esto no es una transición, es una estafa. Vamos a terminar no sabiendo hacer tornillos. Exigimos alternativas, no compensaciones», señaló Damián Manzano, secretario general de CC OO de Industria.

Los sindicatos lanzaron una clara advertencia. Si el Gobierno no escucha sus demandas, las movilizaciones se «endurecerán» y no se descarta «ningún escenario», ni siquiera el de llevarlas fuera de las fronteras asturianas. «El carácter de la próxima será más contundente. No podemos permitir que borren de un plumazo la esperanza de vivir en Asturias», advirtió Jenaro Martínez, secretario general de UGT-FICA. José Manuel Baltar, secretario general de CC OO en Avilés, lanzó un dardo al PSOE. «Adriana Lastra pasa demasiado desapercibida y no hace por defender su región». Por su parte, la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, reclamó acción a las administraciones. «Una industria más productiva depende en parte de las administraciones, cada una asumiendo su responsabilidad y todas trabajando de forma coordinada». El alcalde de Corvera, Iván Fernández, alabó pasos dados por el Ejecutivo, como la creación del estatuto de las electrointensivas, aunque reconoció que falta trabajo por hacer. «El Gobierno debe hacer más, han hecho cosas, pero es insuficiente. Aunque aún estamos en la mitad del camino».