Los dos hornos altos de la planta gijonesa de Arcelor, la principal electrointensiva de la comunidad. ARNALDO GARCÍA

La gran industria exige al Gobierno elevar las ayudas y reducir los tributos para salvar el sector

Las electrointensivas piden cambiar la ley tributaria y negociar con la CNMC para rebajar los costes regulados y subir las compensaciones

PALOMA LAMADRID

GIJÓN.

Domingo, 20 de diciembre 2020, 01:20

El estatuto aprobado el pasado martes por el Consejo de Ministros no resolverá el mayor problema que tienen las electrointensivas españolas, que es la enorme diferencia en la tarifa eléctrica respecto a otros países europeos. Una brecha que supone para empresas como Arcelor y ... Asturiana de Zinc pagar más del doble que Francia y Alemania. En concreto, las grandes consumidoras de energía de la región pagan 45,09 euros por megavatio hora, mientras que las francesas desembolsan 21,09 euros y las alemanas, 20,1. Así lo refleja el último barómetro elaborado por la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (Aege), publicado este mes.

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Esta disparidad se debe a costes que no están relacionados con el precio de mercado de la electricidad, sino con peajes e impuestos añadidos que encarecen la factura, lo que conlleva la pérdida de competitividad en el mercado. Unido a que las compensaciones por costes indirectos de CO2 no alcanzan el máximo permitido por la Unión Europea y el Gobierno ha suprimido las subastas de interrumpibilidad y el mecanismo que las sustituye aún están en fase de tramitación. Basta con echar un vistazo a las cifras para comprobar la enorme disparidad. Las electrointensivas españolas pagan 11,29 euros por MWh en concepto de costes regulados, frente a los 70 céntimos de Francia y los 2,57 euros de Alemania.

En cuanto a los recargos e impuestos, en España se pagan 2,4 euros, mientras que las electrointensivas galas y alemanas desembolsan 1,35 y 1,07, respectivamente. Respecto a las compensaciones por CO2, suman 2,1 euros en este país, cifra que se eleva hasta los 10,6 tanto en Francia como en Alemania. Estados que continúan con la interrumpibilidad, por la que las empresas reciben 2,5 y 3,4 euros, mientras que las españolas obtienen 40 céntimos. «El estatuto tiene que dar mucho más juego. Y si hay que cambiar la ley tributaria, cámbiese. Y si hay que negociar con la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) para que se tengan las compensaciones de los peajes de transporte, hágase», señala el director general de Aege, Fernando Soto.

Estas dos medidas «se han quedado en el tintero por problemas de desarrollo normativo de mayor rango». Según explicó el Ministerio de Industria a la patronal, no fue posible rebajar los costes regulados por requerir una modificación legislativa, que se escapa del alcance del estatuto. Tampoco -por problemas de competencia, según el Ejecutivo- elevar las compensaciones de los peajes de transporte, «que tienen Francia y Alemania, que compensan el 80%», apunta Soto. Si la herramienta aprobada por el Gobierno hubiese incorporado ambas medidas, las electrointensivas podrían contar con una rebaja de diez euros por megavatio hora y acortar así la distancia con la industria de dichos países.

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Y casi eliminarla si, además, se elevasen las ayudas por costes indirectos de CO2 al máximo. El año pasado fueron 172 millones, aunque este se quedaron en 61. Para el que viene están presupuestados 109 en las cuentas del Estado y 110 más del fondo de resiliencia.

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