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GIJÓN.
Viernes, 24 de marzo 2023, 01:29
La situación de Arcelor estaba ayer en boca de todos. Preocupación, expectación, alivio porque la plantilla no hubiera sufrido ningún daño, y esperanza en ... que el daño no fuera irreversible. Y junto a esas valoraciones, plena comunicación con la compañía y, por supuesto, total disposición a colaborar. En primer lugar, desde el Gobierno central. La ministra de Industria, Reyes Maroto, mostraba su «preocupación por el incidente ocurrido en la planta de Arcelor», empresa con la que mantiene una relación muy directa, ya que será la mayor beneficiaria del PERTE de la descarbonización industrial, con una subvención de 460 millones de euros, y cuyo expediente defendieron en Bruselas tanto la multinacional como los representantes del ministerio, para que la Comisión Europea diera permiso para otorgar esa cuantiosa ayuda de Estado.
«Tan pronto como me enteré del incendio, me puse en contacto con los responsables de la planta y con la Delegación del Gobierno para conocer la envergadura del siniestro», explicó la titular de Industria, que subrayó que «la buena noticia es que no ha habido que lamentar víctimas entre el personal de la planta». «El Gobierno está en contacto con los responsables de la empresa para ayudarles en lo que sea necesario», añadió también Maroto. Unas palabras corroboradas por la delegada del Gobierno, Delia Losa, que confirmó el «seguimiento de la evolución de la situación generada» en la siderúrgica tras el accidente.
En la misma línea de actuación y plenamente alineado con el Ejecutivo de Pedro Sánchez, se expresó desde el primer momento el Principado. El presidente, Adrián Barbón, insistió ayer en ese contacto permanente con la dirección de ArcelorMittal, al mismo tiempo que volvía a congratularse de que no hubiera daños personales. Asimismo, volvió a ponerse a disposición de la compañía y mostró su apoyo a los trabajadores afectados y a sus familias, «pero también a la empresa que tiene que afrontar un imprevisto importante para todos».
Desde Gijón, la alcaldesa, Ana González, confiaba en que las consecuencias del accidente «no sean graves, no haya lesionado a la instalación y en el menor tiempo posible se pueda poner en funcionamiento». No obstante, insistía en que lo más importantes es que «todos los trabajadores estén bien».
«Preocupados y expectantes» se expresaron también ayer los empresarios a través de la presidenta de la patronal, María Calvo, que esperaba que «el alcance no sea tan grande y pueda tener una solución pronto». «No cabe duda que es una situación preocupante después de que haya costado tanto ponerlo en marcha de nuevo», añadió.
«Esperemos que se resuelva y si no se encauce otra solución» pero, en su opinión, expresada en la mañana de ayer, aún era pronto para saber si va a afectar y cómo a los planes de descarbonización de Arcelor.
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