Asturias sigue entre las regiones con mayor carga tributaria frente al alza de bonificaciones del resto

Precisamente, el presidente regional, Adrián Barbón, defendió la semana pasada, en su encuentro con la redacción de EL COMERCIO, la vía fiscal asturiana, de la que aseguró que es un «mito» que se «ha caído por los suelos» al conocerse cómo afectan al Principado los criterios utilizados por el Ministerio de Hacienda a la hora de repartir parte de la quita entre las comunidades, ya que se premia a las que han incrementado en los últimos años el IRPF, entre las que no estaría Asturias.

Sin embargo, insisten los economistas, la región sigue situándose como el territorio más oneroso en el caso de una herencia superior a 800.000 euros y en segunda posición, tras Extremadura, si se trata de una donación. «El Principado tendría la medalla de plata», explicaron, tras aclarar que se trata de un ejemplo con una cuantía «bastante alta» porque en cifras inferiores «no hay diferencias» para los parentescos más cercanos. No obstante, cada vez son más las comunidades que aprueban también bonificaciones en las herencias recibidas por hermanos, tíos y sobrinos. En este sentido, el presidente de los economistas, Valentín Pich, consideró que «deberían de replantearse las figuras patrimoniales actualizando su normativa y estableciendo máximos y mínimos en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones».

Por otro lado, según el informe, los contribuyentes asturianos, en muchos casos, también se situarían entre los que más pagan en cuanto a IRPF. En el ejemplo de un contribuyente que obtiene únicamente rentas del trabajo, soltero, menor de 65 años y sin hijos, estaría en segunda posición tras Cataluña si ingresa 30.000 euros brutos y en cuarta, en el caso de percibir 45.000. Asturias «está en el 'top ten'», apuntaron de forma generalizada.

Además, el presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), Agustín Fernández, señaló que «la normativa fiscal autonómica es deficiente porque muchos beneficios fiscales son complejos de verificar, poco relevantes para los contribuyentes y de baja recaudación, además de generar un alto coste administrativo y dudas sobre su eficacia».

El análisis de los expertos en fiscalidad del CGE también realizó el cálculo del ahorro que supondría que el Gobierno central deflactara el IRPF, lo que permitiría dejar de pagar al fisco 205 euros en el caso de un asturiano con ingresos de 25.000 euros, cifra que se elevaría a 253 con 30.000 y 427 con 45.000.

Asimismo, Pich defendió la necesidad de una reforma del sistema de financiación autonómica. «Parece existir un acuerdo general de que está agotado y de que la actual situación solo provoca tensiones institucionales innecesarias». En este sentido, reclamó una actuación «urgente» para evitar las diferencias cada vez mayores entre las comunidades en lo que respecta tanto a los niveles de gravamen como a la configuración de muchos de los impuestos cedidos. Además, aseguró que el Gobierno no ha sido «muy excelente» en la comunicación de su propuesta para la condonación de deuda autonómica y advirtió del «riesgo moral» que implica una medida de este tipo.