Hunosa confía en iniciar las obras en La Pereda en un año y que estén acabadas a finales de 2024

La adjudicación de 50 MW en la subasta de renovables, que permitirá transformar la central en una planta de biomasa, es «crucial en el aseguramiento de la sociedad», afirma su presidente

noelia a. erausquin / alejandro fuente

Miércoles, 26 de octubre 2022, 13:42

Hunosa confía en que las obras para transformar la térmica de La Pereda en una central de biomasa arranquen en un año, que estén en marcha el otoño que viene, y finalizadas «nueve meses o un año» después, por tanto, a finales de 2024. ... Así lo ha asegurado este miércoles el presidente de la hullera pública, Gregorio Rabanal, después de que ayer se confirmara que la compañía ha logrado hacerse con 50 MW en la tercera subasta de renovables convocada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Esta adjudicación desatasca el proyecto de la térmica, «un paso absolutamente crucial en el cumplimiento del plan de empresa que tenemos firmado y en el aseguramiento del futuro de la sociedad», ha señalado también sobre la transformación de una central que supone el 95% de los ingresos de Hunosa.

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Ahora, se iniciará el proceso de licitación de las obras, necesario como compañía pública, y que Rabanal augura «complicado por su volumen». Los trabajos supondrán un conjunto de modificaciones técnicas, que incluyen, entre otras, la adaptación de la caldera, la incorporación de una tecnología que incrementa la potencia neta de la planta con la mejora de la eficiencia del ciclo de refrigeración y la habilitación de un sistema de almacenamiento logístico del combustible. Los Presupuestos Generales del Estado de 2022 incluían una partida de 24,7 millones de euros, que se sumaban a los 16,4 consignados ya en 2021, y que no se han podido ejecutar por los retrasos que acumula el proyecto de la central, que con el resultado de la subasta «asegura su funcionamiento en los próximos 20 años y garantiza los ingresos» para la compañía, así como «afianza el futuro de Hunosa como no podría afianzarse de ninguna otra manera», en palabras del propio Rabanal. La previsión es que el coste de la obra ascienda a 45 millones de euros.

La noticia fue acogida con satisfacción también por parte de los sindicatos, pero no por los vecinos de la térmica, que aseguran que no tienen nada en contra de la biomasa, pero sí del CSR (Combustible Sólido Recuperado) que también se prevé quemar, es decir residuos que valorizarían energéticamente en la instalación además del recurso forestal. «El sueño húmedo del PSOE para hacer una incineradora se está cumpliendo en La Pereda», denuncian los habitantes de la zona norte de Mieres, los más afectados por la transformación de la central, en referencia al antiguo proyecto de incineradora de Cogersa y advierten de que no descartan «absolutamente nada». «Se va a destinar dinero publico, tememos que se privatice y nos dejen la mierda en Mieres», censuran.

La subasta celebrada ayer ponía sobre la mesa 520 megavatios (MW) de renovables, aunque restringidos a una serie de tecnologías. Así, se establecía un cupo de 380 MW con reservas mínimas: para la solar termoeléctrica de 220 MW, para la biomasa de 140 MW y para otras tecnologías de 20 MW. La fotovoltaica contaba con otro cupo de 140 MW.

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Según trascendió, Hunosa, Acciona Energía y Exolum se hicieron con los bloques de la biomasa. Aunque prevé acortar los plazos, la hullera pública cuenta con cuatro años y medio para desarrollar el proyecto, que conllevará la transformación de la central de carbón para que valorice combustible sólido recuperable y biomasa autóctona de alto valor añadido. Permitirá, también, «acometer nuevos proyectos de captura de CO2 y de redes de calor», expresó ayer la compañía en un comunidado, que asegura que el régimen retributivo obtenido «avala la continuidad de La Pereda durante al menos 20 años». El proyecto ya había recibido el visto bueno de la Comisión de Asuntos Medioambientales del Principado, de la la Consejería de Medioambiente y el apoyo explícito de la Comisión Europea.

En el plan de transformación de la empresa, Hunosa contempla mantener 73 empleos en la planta y estima la creación de 197 nuevos puestos de trabajo asociados, sobre todo, a la gestión de la biomasa. Considera la hullera que permitirá un triple objetivo: asegurar la rentabilidad de la central y de la compañía, contribuir a la descarbonización de la economía y fomentar una economía circular y favorecer la vertebración de las comarcas afectadas por el cierre de la minería.

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El uso de la biomasa es también una vieja reivindicación de SOMA-Fitag-UGT y CC OO. Ayer, ambos sindicatos se congratulaban por el resultado de la subasta y destacaban su efecto tractor para impulsar un biopolo forestal liderado por Hunosa. Así, SOMA-Fitag-UGT veía la adjudicación «muy positivamente», ya que permite seguir adelante con un proyecto «de gran impacto socioeconómico», mientras que CC OO «aplaudía» el resultado de una subasta «trascendental». No obstante, con un carácter más crítico, este sindicato reclamaba que el carbón siga siendo clave y se mantenga una reserva estratégica, ya que con el cambio en La Pereda está previsto el fin de la actividad extractiva en el pozo Nicolasa, que ahora le suministra combustible. CC OO considera el proyecto «de vital importancia», pero reclama más y que Hunosa sea la herramienta del Estado que impulse las comarcas mineras.

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