Secciones
Servicios
Destacamos
N. A. E.
GIJÓN.
Sábado, 25 de marzo 2023, 01:34
El accidente en Arcelor ha llegado en un momento en el que tanto la multinacional como las empresas auxiliares iban recuperando poco a poco ... la normalidad. Muchas de las subcontratas habían levantado ya los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que habían impulsado con la parada del horno alto, que duró desde finales de septiembre a principios de febrero, y estaban a la espera de que finalmente la compañía diera luz verde al plan de descarbonización, que supondrá un pico de actividad. Ahora, todas las previsiones han saltado por los aires.
«La gente está muy preocupada», asegura Javier Campa, secretario de Política Sindical, Coordinación Sectorial y Salud Laboral de UGT-FICA, que destaca el mal momento en el que se ha producido, en plena recuperación de la demanda y en un periodo de transición hacia un proceso menos contaminante. Se da por descontado que la parada afectará fuertemente a las subcontratas, seguramente en la mayoría de las instalaciones, porque con 5.000 toneladas diarias de arrabio menos, se resentirán desde la cabecera a las líneas acabadoras. En todas hay personal de auxiliares, según los momentos, entre 1.500 y 2.500 trabajadores.
Lo importante, cree, será determinar ahora el grado de afectación de la perforación y qué otros elementos se han dañado, desde la estructura al sistema eléctrico o las cintas transportadoras.
Si la compañía, finalmente, decide reparar el equipamiento industrial, habrá auxiliares que tengan una gran carga de trabajo durante el tiempo que duren las obras, será un alivio para capear el temporal. Sin embargo, el balance global será negativo.
El responsable del sector auxiliar de CC OO de Industria, José Luis Prieto, se muestra expectante hasta conocer los daños que ha provocado el accidente. De momento, las empresas no han convocado a los representantes de los trabajadores para plantear nuevos expedientes de regulación, pero si la parada se alarga se da por seguro que habrá nuevos ERTE. «Hasta que no se valore cómo está, nada. Tenemos que esperar a ver qué pasa», señala, «pero si para mucho habrá una cascada de ERTE». Y estos no se quedarían en el horno alto, bajarán a las acerías -de momento la de Avilés será la sacrificada y en la que se reducirá la actividad- y, de ahí, a los trenes de laminación.
La cuestión será cómo se repartan los recortes, ahora que los contratos de auxiliares están más divididos que antes, cuando el grueso lo concentraba Daorje. De momento, se está tirando de personal de las subcontratas para dar apoyo en las labores que se están realizando en el horno alto, a la espera de conocer qué pasos da Arcelor y, posteriormente, las empresas que dependen de su actividad. Todo está supeditado al estado en el que esté realmente el horno.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Pillado en la A-1 drogado, con un arma y con más de 39.000 euros
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.