España y Hungría, las dos grandes opciones de BYD para la fábrica de coches eléctricos

Los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) reflejan que, a pesar de la mejora, la implantación en España del coche eléctrico es aún limitada. Nuestro país es, no obstante, uno de los grandes productores y exportadores de vehículos en Europa y la industria de la automoción supone un 10% del PIB.

Con estas cifras sobre la mesa, España pugna por mantenerse a la cabeza en un sector cuya reconversión ofrece nuevos retos y enormes posibilidades. Como las de dar entrada a nuevas multinacionales que buscan hueco en el panorama europeo.

Es el caso de la china BYD que continúa con sus «estudios de viabilidad para ver nuestros planes de futuro (...). Por ejemplo, si establecemos nuestras instalaciones en esa región, ¿cuál es la mejor solución?», dijo su vicepresidenta, Stella Li.

España es, junto con Hungría (donde BYD tiene ya un centro de producción de camiones y autobuses eléctricos), el país que cuenta con más opciones para hacerse con la factoría de vehículos eléctricos que el gigante chino quiere implantar en Europa. Y dentro de España, Asturias es, como adelantó EL COMERCIO, uno de los candidatos preseleccionados. La delegación china que visitó el mes pasado el Principado comprobó in situ la disponibilidad total en Gijón de la ZALIA, para un desembarco inmediato. La petición inicial de la compañía planteaba la necesidad de entre 100 y 200 hectáreas. La zona cuenta con más de 100 ya urbanizadas, con posibilidad de añadir otras 200 más. En total, 306 hectáreas que cubrirían todas las necesidades presentes y futuras de la multinacional china.

Además, la visita coincidió con la apertura al tráfico del primer acceso a la ZALIA desde La Peñona, con conexiones con el polígono de Lloreda y ArcelorMittal, uno de los previsibles proveedores de BYD -otro importante sería Saint- Gobain-. También se informó a los representantes de la multinacional de la próxima construcción del vial de Jove, que conectará con El Musel y que será licitado en los próximos días.

Las primeras impresiones fueros favorables. Los representantes asiáticos consideran muy positiva esa salida al mar por los puertos asturianos que favorece la conexión con los mercados europeos, especialmente con el escandinavo al que consideran muy maduro. El enlace portuario también favorecería la importación de China, en el caso de que la asiática eligiera la fórmula del ensamblaje de los vehículos eléctricos.

A favor de la ubicación asturiana también juega la disponibilidad de mano de obra cualificada y competitiva. Porque el volumen de personas que movería la fábrica de BYD a pleno rendimiento sería, según los primeros cálculos, de 7.000.

Junto al nivel de infraestructuras y logística, y el talento, jugará también un papel clave en la elección española -Vigo compite con Gijón por hacerse con la factoría china- el precio de la energía y, por supuesto, las ayudas públicas. En este caso, la segunda convocatoria del PERTE del Vehículo Eléctrico, que repartirá casi 2.200 millones en dos líneas: una para el ecosistema de baterías (para la que la UE acaba de autorizar 837 millones) y otra para proyectos individuales, con impacto en los distintos eslabones de la cadena de valor de los vehículos eléctricos.