Las baterías de cok de la planta de Arcelor en Gijón sustituyen a las de Avilés. ARNALDO GARCÍA

La caída de producción de Arcelor deja en apuros a sus auxiliares, con más de 2.000 trabajadores

La siderúrgica tiene previsto elaborar un plan para reorganizar el trabajo que prestan las contratas ante la bajada de la actividad

P. LAMADRID

GIJÓN.

Domingo, 2 de agosto 2020, 01:32

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La caída del mercado de la automoción ha sido el último mazazo para la industria asturiana, que depende, en buena medida, de este sector. Perjudica directamente a Arcelor, que tiene en los fabricantes de vehículos a unos de sus principales clientes. Pero también, de manera indirecta, a las auxiliares que prestan servicio a la siderúrgica en Asturias, que aglutinan a más de 2.000 empleados que trabajan en las factorías de Gijón y Avilés. Plantas que se encuentran al 50% de su actividad, con solo uno de los dos hornos altos en marcha y un desplome de pedidos que afecta al grueso de los talleres. Solo hojalata, carril y chapa mantienen una buena cartera. Aunque percibe «síntomas de recuperación en sus principales mercados», lo que supone un cierto alivio.

El conflicto laboral desatado en Daorje ha puesto en evidencia los problemas que atraviesan las auxiliares y sus trabajadores. Con una plantilla formada por 1.500 personas -más del 80% trabaja para Arcelor-, esta empresa del metal comunicó el viernes a los representantes sindicales que no garantiza el pago de la nómina de julio y, además, que peligra su continuidad en la siderúrgica. Ante esta situación -que se da días después de los paros convocados por la decisión de Daorje de no abonar la paga extra, que se anularon al revocar la empresa su postura-, la compañía suspendió las negociaciones de ampliación del expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).

Sin un acuerdo con Arcelor, la auxiliar considera que no puede realizar propuestas para seguir negociando. Los asalariados de Daorje están presentes en la amplia mayoría de las instalaciones y se encargan de labores tan esenciales como el mantenimiento. Es la contrata más importante de Arcelor, pero hay otras muchas que dependen de la actividad de la multinacional. Entre las de mayor envergadura se sitúan Jofrasa, de limpieza industrial y de locales, con cerca de 300 trabajadores, y Asturmasa (transporte), con un número similar. Casi 200 empleados tienen la unión temporal de empresas (UTE) TSK-Isastur (metal) y Pasek España (construcción). Y, sin alcanzar el centenar, se encuentra Harsco, que se encarga del transporte interno en las factorías.

  • Daorje Es la auxiliar que más trabajadores aporta a Arcelor, unos 1.200, que se reparten en casi todos los talleres.

  • Jofrasa Es la encargada de las labores de limpieza industrial y de locales. Tiene casi 300 empleados.

  • Grupo Asturmasa Un número similar de trabajadores tiene esta auxiliar, que se dedica al transporte.

  • UTE TSK-Isastur Con cerca de 200 empleados, esta unión temporal de empresas realiza el mantenimiento eléctrico.

  • Pasek También con casi 200 operarios, se ocupa de tareas relacionadas con los materiales refractarios de los hornos altos.

La situación «es bastante complicada porque se ha reducido tanto el número de obras, como de operarios, que son importantísimos», explican fuentes sindicales sobre el escenario que afrontan las contratas. Unos recortes que, en ocasiones, «van más allá de lo que realmente se puede y se perciben ya en el mantenimiento de las instalaciones y las entregas». De hecho, la falta de mano de obra afecta incluso a las líneas que tienen una cantidad satisfactoria de pedidos, como la de hojalata.

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«Los parques de salidas se acaban colapsando y se ralentiza el trabajo aguas arriba; no nos podemos permitir parar porque Arcelor recorte donde no debe», señalan. A esto se suman «los retrasos en los pagos, que acaban poniendo a las auxiliares en una situación complicada». Los sindicatos recuerdan que no es la primera vez que se da un conflicto en las contratas que afecta a la siderúrgica, aunque fuera en menor medida que en el caso de Daorje. El verano pasado, el medio centenar de trabajadores de Guardado Vías estuvieron en huelga más de un mes por el impago de tres mensualidades por parte de la empresas encargada de la revisión y reparación de las vías ferroviarias de las factorías y del cuidado de las cubiertas de las naves.

En esas mismas fechas, también hubo problemas en Jofrasa. El conflicto se inició a raíz de que una de las trabajadoras eventuales denunciara la sucesión de contratos temporales, una situación fraudulenta. La respuesta de la auxiliar no se hizo esperar y planteó el despido del resto de eventuales, que representaban el 40% de su plantilla (61 trabajadoras en total). Fue necesario iniciar una negociación para abordar este enfrentamiento.

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Como consecuencia del apagado de las baterías de cok de Avilés -aún falta la puesta en marcha de la segunda de Gijón-, primero, y la crisis del coronavirus, después, la necesidad de mano de obra auxiliar se reduce, a ojos de Arcelor, que tiene pendiente elaborar un plan para reorganizar el trabajo de estas empresas y optimizar así los costes ante la bajada de producción registrada desde hace meses.

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