El adiós de Manuel Menéndez, el estratega que lideró la transformación de las cajas

Puede decirse sin temor a equivocarse que su carrera ha sido meteórica. Accedió a la presidencia de Cajastur en 1995, con solo 35 años, por designación del entonces jefe del Ejecutivo regional, Antonio Trevín, y a la de HC Energía (antes Hidrocantábrico) con 41. Previamente, había logrado ya la cátedra en el departamento de Administración de Empresas y Contabilidad de la Universidad de Oviedo, donde también es doctor en Ciencias Económicas y licenciado en Economía y Administración de Empresas. Lejos de partidismos, su gestión al frente de Cajastur fue avalada por el siguiente Gobierno regional, el encabezado por Sergio Marqués, quien le mantuvo en el cargo.

A lo largo de su trayectoria profesional, Menéndez se ha enfrentado a numerosas turbulencias, tanto por la situación del sector como por los reveses que le llegaban de otros ámbitos. En el año 2000, el Principado, liderado por Vicente Álvarez Areces, aprobó un decreto para limitar el tiempo de mandato de los consejeros de Cajastur, lo que supuso el cese de Menéndez como presidente, que fue sustituido por el economista asturiano Paulino García. Este movimiento originó un enfrentamiento en el seno de los socialistas, que desembocó en el rechazo al texto por parte del Parlamento autonómico, incluido el grupo del PSOE.

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En esa época, Cajastur entró en el accionariado de empresas tan relevantes como Ence, Telecable y Central Lechera Asturiana. El tándem Cajastur-EdP se hizo con el control de Hidroeléctrica del Cantábrico en 2001, al imponerse a otras tres ofertas en la opa de adquisición. De esta forma, Menéndez se puso al frente de HC Energía, compaginando su liderazgo con el de la caja. Además marcó uno de esos hitos que aún no han sido superados: se convirtió en el presidente más joven de las grandes del sector energético español.

La gestión de Menéndez en todos esos años le otorgó un aura de rescatador. Y así lo hizo, primero con Caja Castilla-La Mancha, y luego con Caja Cantabria y Caja Extremadura. Eran tiempos de crisis financiera, en los que se instaba a las entidades bancarias a fusionarse para ganar peso y poder así ser más competitivas. Bajo el mandato del hombre que protagonizó el cambio del mapa de las cajas, como muchos se refieren a él, solo falló la operación con Ibercaja, en 2012, tras los resultados de los test de estrés, y la intentona de Abanca de hacerse con Liberbank en 2019.

Esta era la marca de la entidad asturiana desde mayo de 2011, de la que Menéndez era su consejero delegado. Para dar el salto a Bolsa habría que esperar al 15 de mayo de 2013. Uno de los momentos más críticos de su gestión durante estos años sucedió en junio de 2017. La CNMV se vio obligada a intervenir ante las especulaciones bajistas sobre la entidad por efecto contagio por de la crisis del Banco Popular. Liberbank sufrió la suspensión durante meses de su negociación de los títulos en corto. En 2021, se abrió una nueva etapa como consejero delegado de Unicaja tras la fusión con la entidad malagueña, cargo que ahora abandona.