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Arcelor mantiene su intención de invertir mil millones de euros en la construcción de una planta de reducción directa del mineral de hierro (DRI, por sus siglas en inglés) en Gijón. Así lo recoge en su Informe Anual Integrado correspondiente al pasado ejercicio, que ... hizo público ayer. Recuerda en el documento que en febrero de 2023 recibió la aprobación por parte de la Comisión Europea para que el Gobierno español pudiera aportar 450 millones de euros destinados a la materialización de esas instalaciones, esenciales para acometer el plan de descarbonización de las factorías asturianas presentado en julio de 2021. Una cantidad, no obstante, que aún no ha aceptado, ya que el proyecto todavía no ha pasado por el comité europeo de inversiones, que debe darle luz verde.
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Pero las dudas sobre la competividad de la planta debido a los elevados costes energéticos, entre otros factores, retrasan esa decisión. No obstante, sigue en los planes de la multinacional, que en su informe también recoge que en noviembre firmó un contrato con la ingeniería vasca Sarralle para construir un horno híbrido de arco eléctrico en Gijón. Con esta acería verde y la planta de DRI «se espera que las instalaciones españolas reduzcan a la mitad las emisiones de carbono».
También hace referencia a la alianza formada con Enagás, Fertiberia y DH2 Energy para suministrar hidrógeno renovable «competitivo» a la región, aunque no avanza más sobre esta iniciativa –antes denominada HyDeal–, cuyos objetivos parecen haber reducido su ambición en los últimos tiempos. Aunque Arcelor está «decidida» a descarbonizar sus activos, opta por la prudencia y adopta «una estrategia sólida», pero medida, para garantizar que las opciones tecnológicas, en cada planta, «maximizan nuestra ventaja competitiva y ofrecen el mejor retorno de la inversión».
Esto significa, especifica la compañía, que mientras avanzan con proyectos específicos –entre los que cita la acería verde de Gijón–, para satisfacer a corto plazo la demanda del mercado del acero con bajas emisiones, «estamos desarrollando estudios de viabilidad e ingeniería para una gama de posibles soluciones de descarbonización». Entre ellas, enumera, están las plantas de DRI, las acerías de arco eléctrico, la captación de CO2 y la electrólisis directa. El objetivo de este análisis es «obtener total claridad sobre el gasto de capital, los potenciales costes operativos y el cronograma hasta lograr la escalabilidad, para garantizar que tengamos el mejor conocimiento antes de que próxima fase de descarbonización». Recalca que «una parte importante» de su estrategia de descarbonización se centra en las plantas de DRI y las acerías eléctricas, «donde nuestros proyectos en Europa y Canadá están avanzando» y espera que se completen «hacia la última parte de 2024».
Esta etapa de ingeniería básica en la que se encuentran es «importante», ya que, solo después de completarla, tendrá «claridad sobre el gasto total de capital, el desarrollo industrial y cronograma de construcción para estos proyectos, así como el retorno general de la inversión». Por otro lado, el informe recoge varias actuaciones en materia de I+D vinculadas a Asturias, entre las que aparece el proyecto de captura de CO2 desarrollado junto con Sekisui y el atomizador a escala industrial que suministrará 1.000 toneladas de acero para la impresión 3D de piezas siderúrgicas y metalúrgicas.
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