Arcelor impulsa un plan de seguridad e insta a las auxiliares a cumplir las normas de prevención

«Si bien la auditoría de dss+ confirmó que tenemos políticas y estándares correctos, el mayor desafío es realmente incorporar una cultura de seguridad única en todo el grupo», explicó el consejero delegado de Arcelor, Aditya Mittal, tras conocer los resultados de este análisis, que se llevó a cabo durante nueve meses con el examen de 155 instalaciones, entre ellas las asturianas. Sobre todo se fija en tres ámbitos distintos: las normas de prevención de accidentes mortales correspondientes a las tres causas de siniestros graves –trabajos en altura, conducción de vehículos y aislamiento de energía–; la gestión de la seguridad de procesos, centrada en las instalaciones en las que existen mayores riesgos; y una exhaustiva evaluación de los sistemas, procesos y recursos de seguridad y salud. Entre otras tareas, dss+ revisó documentos y datos clave, realizó casi 300 entrevistas, mantuvo más de 60 reuniones y organizó más de 80 grupos de discusión.

«Aunque existen áreas que son un ejemplo de buenas prácticas y cuyos resultados se sitúan como referentes a escala mundial, esta situación no es homogénea en toda la organización y existen unidades de negocio en las que se debe impulsar la mejora», reconoció Mittal, que asegura que las recomendaciones se centrarán en ayudar a aquellos ámbitos más retrasados e incorporar de manera consistente las mejores medidas posibles en materia de seguridad. Para ello, pide «una actitud abierta para hacer las cosas de manera diferente en todos los niveles de la organización».

La compañía se centra ahora en definir las formas más eficaces de implementar las recomendaciones de dss+, que pasan, entre otras cuestiones, por identificar mejor y comprender los riesgos; reforzar los modelos de prevención existentes; seguir incorporando valores, mentalidades y comportamientos para fortalecer una cultura de seguridad única; mejorar los estándares para las subcontratas, adoptar las mejores prácticas de la industria para la gestión de seguridad e integrar elementos de salud y seguridad en los procesos empresariales de apoyo. En este último punto, dss+ recalca que cuatro cuestiones requieren de un enfoque adicional: integrar aún más los elementos de seguridad en todas las partes del ciclo de vida del empleado, desde la selección a su desarrollo profesional; recompensar y reconocer el buen desempeño y los logros; mejorar aún más la identificación de inversiones críticas en seguridad y fortalecer las prácticas de gestión de seguridad en todo el ciclo de vida de los proyectos de capital, desde el diseño a su funcionamiento.

«ArcelorMittal ha realizado un esfuerzo considerable para mejorar sus estándares y procesos de seguridad en los últimos años y existe una preocupación comprensible de que los resultados sigan siendo insuficientes», comenta el CEO de dss+, Davide Vassallo, que apunta a que «si bien las normas y los protocolos en todo el grupo están en línea con las buenas prácticas, los comportamientos pueden no estar a la altura de lo que exigen las políticas». Por ello, considera que entre los grandes desafíos están elevar todas las operaciones a esos estándares y que estos se apliquen también para las subcontratas. «No existe una solución milagrosa», justifica, pero sí señala la necesidad de mejorar la evaluación de riesgos, crear una mentalidad de mejora continua partiendo de las actuales normas ahondando en el modelo de «planificar, hacer, verificar y actuar», y capacitar y asesorar a todos los trabajadores de planta para que se conviertan en «embajadores de seguridad».

Desde la multinacional se reconoce, además, la necesidad de establecer una cultura de seguridad única, aunque considera que este será un esfuerzo «a largo plazo» por la diversidad y complejidad del grupo. Asimismo, reconoce que las subcontratas se enfrentan «a un desafío particular», ya que en todas las instalaciones que tiene el gigante del acero en el mundo trabajan a diario entre 20.000 y 50.000 empleados externos. En Asturias, rondan los 2.000.