El feminismo asturiano da más tira que nunca

Unidad. En el Día de la Mujer con mayor división política, las feministas asturianas responden con unión reivindicativa pese a las discrepancias

Gijón

Miércoles, 8 de marzo 2023, 04:51

La mayoría irá a la manifestación convocada en Mieres. Algunas, a la de Gijón. Todas son abolicionistas, pero algunas con matices. La ley 'trans' no representa ningún problema para unas. Para otras, todos. La ley del 'solo sí es sí' necesita reposo, para unas, y urgente modificación, para otras. Unas llevan toda una vida en el movimiento feminista, otras tienen aún una vida muy corta. Pero todas, sin fisura, saldrán hoy a reivindicar en la calle el fin de la desigualdad y, con ella, el fin de la violencia, la precariedad, la invisibilidad, los techos de cristal y los suelos pegajosos.

Son 50, contando entre ellas a Ofelia, la hija de Alejandra Barbé, portavoz de Amamantar, que cuenta cómo «está mamando la lucha por la igualdad». Son cuarenta y ocho mujeres, una bebé y una niña, la más joven de la Brigada Feminista, Adela F. Huelga, que representan a todo el arco feminista de Asturias y aceptan el reto de EL COMERCIO de reunirse y mostrar la unidad «sin fisuras» que tiene el feminismo regional y que tiene hoy una cita: la del 8M.

Así, juntas, aparecen en esta imagen para la posteridad representantes de la Tertulia Feminista Les Comadres, la Plataforma Feminista, 8M Asturies, Brigada Feminista, Fórum Feminista, Amamantar, Retina, Afemas, las Vocalías vecinales, Mil Voces Violetas, Rapiegas, La Muyerada, Cavasym, 8M Muyeres en Bici, Mujeres Jóvenes de Asturias (Mujoas), Federación de Mujeres Progresistas de Asturias, La Xana, la Plataforma SAD (Servicio de Ayuda a Domicilio), Xega, Feminismos de Podemos, IU Mujer, Equo, UGT, CC OO, CSI y la Dirección General de Igualdad.

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Su titular, Nuria Varela, prefiere estar «en un segundo plano, «porque el protagonismo lo tiene el movimiento feminista», pero es ella la que resume el sentir de todas: «El 8M es el día en el que todas las feministas no vemos, nos abrazamos, nos manifestamos, estamos juntas», algo que no cambiará este año. «Estoy muy orgullosa de cómo ha crecido el movimiento, de la suma de mujeres en él y de la suma de reivindicaciones».

Porque, como insiste Begoña Piñero -presidenta de la Tertulia Feminista Les Comadres, una de las del Tren de la Libertad que frenó la reforma legal del aborto que planteaba el entonces ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón- «aunque este 8M es un poco turbulento, es el 8M y significa que hay que salir, tomar la calle, reivindicar y no dejar de tener presencia pública».

Una posición que respalda María Fúnez, de Rapiegas. «Este año, el 8M va a ser unión. Los grandes debates que han vuelto, por desgracia, los tendremos después, pero como siempre hemos sabido debatir las feministas. Tenemos que tener en cuenta los contextos del pasado y mirar al futuro para no cometer errores».

Estarán todas ellas en Mieres, donde Rocío Antela, Coordinadora del 8M y miembro de la Brigada Feminista, lo tiene todo listo para esta tarde. «Somos la primera comunidad que descentraliza la manifestación y eso es muy importante», asegura.

Y cerca de ella está Carmen Diego, de la Plataforma SAD, una de las convocantes de la manifestación alternativa. Saldrán a la calle en Gijón, también a las 19 horas. Insiste tanto ella como las otras convocantes, Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas, que los objetivos son los mismos, pero la cita en Gijón es para «visibilizar también a quien no puede ir a Mieres».

Una visibilización de la mujer que también reclaman Olga Muñiz, de Equo, y Dulce Gallego, de Fórum Feminista. «Feminismo es buscar la igualdad para toda la humanidad», recuerda la primera. «El feminismo ha traído un cambio imprescindible para la vida de las mujeres y necesario para la de los hombres», señala la segunda.

Recuerda ella a las mujeres de Afganistán, Irán, África, Latinoamérica... «que están sufriendo un retroceso en los derechos», un argumento más para salir a la calle el 8M. «Y no olvidemos a las mujeres con discapacidad», apunta Andrea Berrocal. Mientras, Ofelia sigue mamando lucha. «No sé si ella llegará a ver la igualdad», lamenta su madre. Pero va a por ella.