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LUCÍA RAMOS / DAVID S. FUENTE / J. L. CALLEJA
ARRIONDAS/ CORNELLANA/ GIJÓN.
Lunes, 16 de abril 2018, 00:44
El Sella rompió ayer la racha de dos años consecutivos del Eo con un campanu más tardío de lo esperado en un principio. Si el primer salmón de los últimos cursos salió a los pocos minutos de abrirse la temporada, a las siete y ... cuarto de la mañana -la hora establecida por el Principado-, ayer no lo hizo hasta casi el mediodía.
El más destacado río salmonero del oriente asturiano comenzó a cobrar protagonismo desde primera hora. La expectación, paralelamente, también se trasladaba a lo que ocurría en el Narcea y en el Cares -los otros dos candidatos-, así como en el Eo y Esva.
A la guardería de Portazgo llegó, a las nueve de la mañana, el aviso de que se había soltado un ejemplar en el coto de Tempranas, donde se encontraba Román Herrero, presidente de la Asociación Fuentes del Narcea, que acompañó a unos aficionados gallegos en esta conocida reserva. A continuación, casi una hora después, surgió una falsa alarma en el Puente de Villanueva. César Obaya, conocido como 'Gari' en el mundillo de la pesca, estuvo a punto echar a tierra el campanu en la localidad canguesa de Villanueva, junto al puente, en uno de los grandes pozos tradicionales de este río. Tras casi sesenta minutos de pelea con el ejemplar, el sedal se rompió y dejó al ribereño con las manos vacías. Pero se trataba de un trozo de madera con plástico. «Es una pena, pensaba que lo tenía y estuve mucho tiempo batallando, pero, al final, nada de nada. Era mi primera vez», se lamentó tremendamente desilusionado.
Pero a la tercera llegó la vencida. En esta ocasión, el aviso al centro de precintaje situado en Arriondas se tradujo en la esperada captura del primer salmón de la temporada en el Principado. Varios guardarríos se desplazaron a la zona libre de El Arcu para certificar la legalidad del ejemplar. Allí, Juan Antonio González Menéndez, 'El Sastrín', echó a tierra, tras varios intentos, el campanu, con la ayuda de Tomás Ampudia, otro gran conocedor del Sella. El ejemplar, controlado por el guarda Juan Vega, dio un peso de 7,190 kilogramos, con un longitud de 87 centímetros y un perímetro de casi medio metro.
«Pescar el campanu ha sido inesperado del todo. Me hace una ilusión terrible», subrayó este popular ribereño riosellano, que lleva más de medio siglo a la caña en este río. Se da curiosa circunstancia de que 'El Sastrín' se hizo asimismo el pasado año con el primero del Sella en El Barcu. En esta ocasión, la fortuna le volvió a sonreír, pero en el pozo de El Arcu, en las inmediaciones de la localidad canguesa de Triongo. «Creo que soy el primero que pesca dos campanos consecutivos. Es como que te toque la Primitiva dos veces», hizo hincapié, a la vez que destacó que en ambas ocasiones fue prendido en zona libre, lo que, aseguró, «considero también bastante meritorio».
Sobre las dimensiones del ejemplar, el pescador riosellano señaló que «es mucho mayor y además el río se encontraba en otras condiciones diferentes». «El año pasado bajaba casi seco y este traía muchísima agua, por lo que el pez trabajó mucho y dio más que hacer. Además, es un salmón de los que presta pescar», añadió el pescador de Ribadesella.
'El Sastrín' inició la jornada en el mismo pozo que le dio suerte en la pasada temporada. Pero hizo oídos sordos a quienes no apostaron por los lances ubicados por debajo de Arriondas para acercarse hasta El Arcu, donde además coincidió con varios amigos. «Es un buen pozo, pero hay que conocer bien los niveles del agua. Lo saqué yo por casualidad, pues quienes estaban conmigo son muy buenos pescadores», precisó. El cebo utilizado, añadió, fue «completamente natural, de quisquilla con merucos».
Nada más tener conocimiento de que el campanu era del Sella, Juan Antonio González declinó la oferta de vender el salmón en Cornellana, lo que contentó a la parroquia de ribereños del oriente.
A orillas del Narcea, por contra, se vivió ayer una jornada de tensión. Se dejó sin la subasta del campanu a la Feria del Salmón, fiesta de interés turístico regional que cumple este año dos décadas. Los nervios fueron patentes desde primera hora de la mañana en el centro de precintaje de La Rodriga. El alcalde de Salas, Sergio Hidalgo, acompañado de compañeros y curiosos, acudió hasta allí expectante para poder presenciar en directo la llegada del primer salmón de 2018, situación que no se dio a lo largo de la jornada. Ello obligó a suspender las dos pujas previstas.
La tensión creció con las falsas alarmas que llegaban ya que no se quería que el campanu se capturase en el Sella para evitar que Cornellana se quedase sin la subasta. Visitaron la Feria varios ribereños como la diputada popular Carmen Pérez García de la Mata. Una patrulla de Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de la Comandancia de Oviedo vigiló durante la mañana el lugar, al igual que en los otros ríos del occidente asturiano, en los que siete unidades controlaron la situación en este primera jornada de pesca del salmón.
Por lo que se refiere a los dos ríos del occidente asturiano, el ambiente de pesca fue excelente porque fueron muchos los ribereños y pescadores de distintos puntos de la región, así como de otros lugares de la geografía nacional, los que se dieron cita en sus cotos.
En el Eo se esperaba de nuevo el campanu tras salir de sus aguas en 2016 y 2017. La reserva de La Volta presentó un magnífico estado y todo apuntaba a que podía cumplirse el pronóstico, pero todo se quedó en una enorme trucha que hubo que devolver al río. Registraron también ocupación lances como La Pena y Gonzalvo, así como la zona libre de Xesteira, junto al precinto.
En el Esva, uno de los mejores pescadores como es José Manuel Mori Cuesta 'el Marqués' probó suerte. Concretamente, en Piedra Blanca, donde echó a tierra el campanu hace 22 años. Asimismo, registraron ocupación otras zonas del río valdesano como Trevías y Brieves, pero sin resultado alguno, pese que contó con la presencia de algunos de los más hábiles ribereños de la zona.
Por otra parte, el Deva dio ayer su campanu, que echó a tierra por el sierense Avelino Vigil, que contó con la ayuda de Francisco Fernández y Joaquín Fanjul. El ejemplar dio un peso de 8,200 kilos. La captura se contabiliza en Cantabria, ya que fue pescada en la zona denominada El Churru, que pertenece a la comunidad vecina.
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