Fernando Alonso arranca la cuenta atrás

Fernando Alonso ha empezado su primera carrera antes incluso del comienzo de la temporada en Fórmula-1. Tras el atropello que sufrió el pasado jueves en la localidad suiza de Lugano mientras entrenaba en bicicleta, saldado con una fractura de la mandíbula superior que le obligó a pasar por el quirófano a las pocas horas, el piloto asturiano se ha marcado como objetivo llegar a tiempo a inicio de la competición, según ha reconocido en las últimas horas a su entorno. Su intención es retomar los entrenamientos en menos de una semana.

La temporada de Fórmula-1 arranca el próximo 28 de marzo en el circuito de Sakhir, escenario también de las tres jornadas de test de pretemporada justo dos semanas antes, del 12 al 14. El camino hasta entonces, no obstante, no será fácil para el ovetense. Los médicos estiman que en Alonso solo podrá alimentarse con líquidos durante las dos próximas semanas y la rehabilitación no será completa hasta dentro de un mes.

En un momento clave para llegar al inicio con el pico de forma, la preocupación del equipo que rodea al asturiano es que pueda mantenerse en niveles físicos óptimos pese al cambio obligado en su alimentación, que empezará con batidos proteicos. Habrá otros cambios que pueden afectarán a la planificación, como el casco, que tendrá que ser reajustado para soportar las presiones durante el periodo de recuperación.

En paralelo, Fernando Alonso deberá aclarar en los próximos ante la Policía Cantonal para reconstruir lo sucedido. El atestado señala a una conductora suiza de 42 años residente en Lugano que iba circulando por la Via Santa en la dirección de Pregassona: «Mientras hacía un giro a la izquierda para entrar en un supermercado, chocó con un ciudadano español de 39 años, que montaba en su bicicleta y pasaba por una línea de coches aparcados a la derecha. La colisión se produjo con la parte derecha del coche».

El accidente sufrido por Alonso resucitó los fantasmas de 2015, cuando el piloto asturiano sufrió unas salida de pista en los test previos al Mundial celebrados en Montmeló y chocó con su McLaren contra un muro. Aquel contratiempo le impidió participar en la primera prueba, que se celebró en Australia. A día de hoy se siguen sin conocer del todo sus causas.

En la pista, Alonso ha sufrido varios accidentes a lo largo de su carrera. El primero llegó en San Marino en 2001 cuando se encontraba en la escudería Minardi. Con 19 años sufrió un importante golpe al rodar demasiado rápido sobre uno de los pianos altos de Ímola. Dos años después vivió, según su propio testimonio, «el accidente más fuerte de mi vida» en el Gran Premio de Brasil de 2003. A bordo de su Renault, Alonso se encontró con los restos del monoplaza de Webber y chocó contra uno de los neumáticos, lo que lo hizo salir rebotado de muro a muro. Tuvo que ser evacuado en camilla y con collarín. También tuvo percances en 2004 en un mano a mano en Mónaco con Ralf Schumacher y en un toque con Vettel en Japón en 2007 bajo un intenso diluvio.

En el tramo final antes de su salida de la Fórmula-1, Alonso tuvo un accidente en Australia en 2016, cuando su McLaren chocó con el Haas de Esteban Gutiérrez y salió catapultado contra las protecciones laterales. En 2018 vivió algo similar cuando Nico Hulkenberg no frenó a tiempo y provocó una salida en la que estuvieron involucrados hasta siete pilotos.

Tras el susto inicial del accidente en bicicleta, Alonso pasó las primeras horas en el hospital de Berna, donde permanece en observación. Se encuentra animado y consume el tiempo respondiendo a las muestras de cariño que no ha dejado de recibir desde el todo el mundo que se hizo pública la noticia de su accidente, además de mantenerse en contacto con los responsables del equipo Alpine, con el que regresa esta temporada a la Fórmula-1.

Ayer, los incondicionales de Fernando Alonso continuaban enviándole mensajes de apoyo a través de las redes sociales. La cuenta atrás de su recuperación ha comenzado.