J. BARRIO
GIJÓN.
Lunes, 18 de abril 2022, 01:20
No llegó a los cinco minutos de reloj, pero cuando el colegiado canario Trujillo Suárez decretó el final del partido, decidido a favor del Oviedo por el autogol de Berrocal, todo saltó por los aires. EL COMERCIO reconstruye lo sucedido entre ese instante y ... el momento en el que los futbolistas de los dos equipos se dirigieron hasta el túnel de vestuarios de El Molinón, donde se originó una pelea entre varios jugadores antes de que llegara la calma tensa.
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Termina el partido. Borja López se va corriendo a por Joan Femenías, que se dirigía hacia el centro del campo. El canterano del Sporting afea al portero su actitud hacia la grada (la Norte). Hay aficionados que denuncian insultos del meta y provocaciones. La escena se complica con la aparición de Berrocal, quien llega corriendo y choca contra el portero. Ahí salta la chispa, con Gaspar, Pablo García, Nacho Méndez, Guille Rosas, Berto y Christian Rivera en la escena. Rosas empuja al meta varias veces, Rivera intenta golpearle en la cara y Berto lanza dos patadas. El acta de Trujillo Suárez recoge la agresión de estos dos futbolistas, que se exponen a una sanción importante. El club estudiará las imágenes para ver si puede presentar alegaciones previas ante Competición que sirvan de atenuante. Ante la gravedad de la situación, Gaspar reacciona tratando de sacar a Femenías de la escena. Llega corriendo Ziganda, que también se mete por medio. Aparece también la Policía. Martí ya está dentro del vestuario. No ve nada de lo sucedido. Solo tiene constancia de este primer incidente tras la rueda de prensa.
Un agente de la Policía Nacional que ha presenciado la escena va a por Borja López, que ya se dirige al vestuario. Y le sujeta, tratando de identificarlo y de llevarlo con él a la banda. Intervienen miembros de la plantilla para pedir que le deje. También Jorge Sariego, entrenador de porteros, quien tiene sus más y sus menos con este agente, además de Aitor García, que pide calma, Christian Rivera y Guille Rosas. El agente de policía responde empujando con su escudo antidisturbios a todos los anteriormente mencionados, en escenas diferentes. Aitor le insiste en que no eleve más la tensión de lo que está sucediendo en el césped, llevándose el dedo índice a la cabeza, en un gesto para reclamar sensatez con todo lo que está pasando.
En ese momento, alguien desde la grada lanza una zapatilla que impacta en un miembro de la expedición del Oviedo, sin identificar. El acta lo recoge también. «Una vez finalizado el partido y cuando los equipos visitante y arbitral abandonaban el terreno de juego, se lanzó desde la grada, en la zona de acceso a vestuarios, una zapatilla que impactó sin causar lesión aparente sobre un miembro del equipo visitante», explica Trujillo Suárez, quien acaba de redactar el acta del encuentro a última hora de la noche, recopilando todo lo sucedido. Durante el partido han sido expulsados Fabián Rivero, segundo de José Luis Martí, y Sergio Segura, entrenador de porteros del Oviedo.
Al otro lado del campo, junto a la portería que da al Fondo Sur, varios jugadores del Oviedo se concentran para festejar la victoria ante la Grada Joven, entre ellos Borja Bastón y Bolaño. Nuevamente, desde la grada se denuncian provocaciones y gestos de los jugadores azules. Incluso Villalba cree que Sangalli ha hecho una especie de corte de manga a la grada, aunque parece que se señala el brazalete, y se va directo a por él. Hay momentos de tensión. Se forma una segunda tangana, apareciendo Jony, vestido de calle y que pierde los nervios, y Eric Ramírez, que empuja al extremo azul, que levanta los brazos. Calavera agarra a Jony, encarado con Bolaño, y trata de alejarle de allí. Babin se enzarza con Tarín.
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Antes, Cuéllar recoge su toalla y se retira del campo, pero durante el trayecto se dirige a los jugadores del Oviedo con los que se encuentra y les insta a que lleven la celebración al vestuario, advirtiendo de que los ánimos están demasiado caldeados en el campo. «No hagáis esto aquí, ir al vestuario», recomienda el portero extremeño. Pero el Oviedo continúa con su celebración. Se dirige hacia la Grada Joven y, más tarde, hacia la zona visitante. El portero mantiene una conversación amistosa con Tomeu Nadal, con el que se retira del campo. Hay momentos de mucha confusión en el ambiente. Varios jugadores del Oviedo, con Bolaño sujetando su camiseta por la parte trasera, mostrando su número, dan una vuelta a El Molinón.
Pese a todo el ruido del final del partido, la Policía no realiza ninguna detención. El club destaca en su comunicado de ayer «la ausencia de incidentes de ningún tipo en las gradas, en los aledaños del campo ni en las horas previas por las calles de Gijón». Solo se registra la caída al césped de un aficionado del Oviedo, que se precipita al intentar coger la camiseta que Sangalli tira a la grada, y una persona, supuestamente en estado de embriaguez, que es identificada y sacada de El Molinón por el césped. En la tribuna Oeste se produce algún tumulto, que requiere la presencia de efectivos de la Policía Nacional, pero sin que pase a mayores. El estadio se va vaciando.
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