Rubén Albés: «Hemos sido valientes desde el minuto 1»

Contento, satisfecho y con la sensación de haber vivido algo único. Así salió de El Molinón Rubén Albés después de que el Sporting se apuntara la primera victoria de la temporada y lo hiciera además en el derbi regional, que está «muy alto en la clasificación» de este tipo de partidos. El equipo que se vio ayer sobre el terreno de juego tiene más que ver con lo que plantea el técnico vigués y, aunque aún que «evolucionar», Albés apreció rasgos muy de su gusto. «Fuimos a por el partido desde el primer minuto. Hemos con determinación, sido valientes, finos en las combinaciones rápidas en los últimos metros y hemos defendido bien», valoraba el entrenador del Sporting.

El equipo se adelantó gracias a un penalti sobre Gaspar que transformó Otero. No sentó bien la decisión arbitral en el banquillo azul. Su técnico, Javi Calleja, lo calificó de «penaltito». No fue así, en opinión de Albés, que zanjó contundente el asunto. «Le tiene ganada la posición y le zancadillea». Superada la polémica, Albés alabó la capacidad de su equipo para adaptarse a las diferentes circunstancias del partido, superando la lesión de Diego Sánchez y sabien defender «más bajo» cuando el Real Oviedo más apretaba. «La primera parte fue de caos controlado, la segunda de control».

En el análisis del partido salieron varios nombres a relucir. Uno, el de Guille Rosas, quien dejó su sitio a Kevin Vázquez para que se estrenase con la camiseta rojiblanca. «Ha hecho una primera parte tremenda y lo ha dejado todo». El otro fue el de César Gelabert. El mediocentro ofensivo comenzó el partido desde el banquillo, pero disfrutó de minutos en la segunda mitad dando muestra de su calidad. «Cada día está mejor, por eso cada partido juega más minutos. Llegará un momento en el que sea titular. Tenemos muchas alternativas en el centro del centro del campo». También hubo halagos para Campuzano, autor del tercer tanto. «Es un futbolista especial, que tiene gol, algo que no suele haber en la categoría».

Albés sabía que el de hoy era un partido especial. Sin haber conseguido aún una victoria en Liga llegaba el Sporting al derbi, necesitado de un espaldarazo para seguir creciendo sin demasiado ruido alrededor. Pero el mensaje del entrenador a sus jugadores fue claro. «Les dije que era un día para sufrir y para pasarlo bien. Cuando empiezas en el fútbol es para jugar partidos como este. El encuentro lo han ganado los futbolistas».

Ya advirtió en la previa de que el Sporting-Real Oviedo era un derbi solo comparable al Sevilla-Betis. Lo hizo antes de vivirlo en primera persona. Ayer, al término del partido, solo podía decir que lo experimentado sobre el campo fue «especial, sobre todo para los jugadores. Con el empuje de la grada podemos intimidar al rival. Ojalá tengamos ese apoyo todo el año».

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