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J. BARRIO
GIJÓN.
Viernes, 8 de marzo 2019, 00:30
En el día después de Abelardo regresó el balón, el fútbol y el ambiente de Ibaia, dando por cerrada la difícil exposición a la que había sido sometido el miércoles, después de que se desvelase que había sido extorsionado por un grupo criminal en el marco de la 'Operación Lubido-Hezurra', un extremo que él mismo confirmó con la lectura de un comunicado en Mendizorroza. «He sido víctima de una presunta extorsión», admitió en la sala de prensa del estadio del Alavés. Entre los asistentes, además de periodistas, se encontraban su mujer, Graciela; el presidente del Alavés, Alfonso Fernández; el director deportivo del club, Sergio Fernández, y todos sus ayudantes; y el cuerpo técnico, que cuenta con el exrojiblanco Iñaki Tejada entre sus miembros.
La jornada de trabajo en Ibaia arrancó a las 11 horas, aunque discurrió, como suele ser habitual, a puerta cerrada, por lo que no hubo ni rastro de Abelardo, ni de sus futbolistas, centrados en la preparación del encuentro liguero del fin de semana frente al Eibar en Vitoria. Los jugadores cerraban filas en torno al técnico, que verbalizó el día anterior en tres minutos, muy medidos, el difícil año que pasó, en una escalada de chantajes en la que llegaron a amenazarle con llevar a cabo alguna acción contra su familia. Borja Bastón cerró la rueda de prensa del día con un pensamiento que se repite en todos los estamentos del Alavés, dando carpetazo a lo sucedido. «¿Puede afectar todo lo que ha pasado en las últimas horas?», se le preguntó ayer al delantero. «No, no debería. Es un asunto personal del míster, en el que no nos tenemos que meter, y además el equipo está concienciado en sacar los tres puntos», replicó Bastón. Hoy, tras el entrenamiento, será el turno de Abelardo, que ofrecerá su tradicional comparecencia de la semana, aunque la idea es que dé por zanjado el tema que, además, se encuentra bajo secreto de sumario.
Según fuentes cercanas al entrenador, uno de los integrantes de esta banda criminal habría contactado con 'El Pitu', solicitándole ayuda para tratarse un tumor cerebral. Ante su negativa, los contactos continuaron, subiendo de nivel, hasta que, finalmente, esta persona le habría con su familia si no efectuaba el pago de una cantidad concreta. Abelardo cedió inicialmente, con el pago de 30.000 euros, pero después denunció todo lo sucedido ante la Guardia Civil, que llegaría a tomarle declaración en Teruel, coincidiendo algunos de los detalles que explicó, incluido el del tumor, con los de una persona que estaba involucrada en esta trama que, según este relato, actuaba a distintos niveles. En ese sentido, algunas informaciones del miércoles situaban a 'El Pitu' como una víctima de esta red de chantajes, pero insinuando que podría haber sido captado a través de una web de contactos, algo que desmintió el propio técnico, quien pidió respeto hacia su familia y que «no se publiquen aspectos que no se corresponden con la realidad».
Mientras la investigación sigue su curso, el Alavés se centra en cerrar por toda lo alto una temporada espectacular de la mano de Abelardo, situándose el equipo a dos puntos de la 'Champions'.
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