![La presión de los ultras, a punto de poner fin a la etapa de Marcelino en Marsella](https://s3.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/2023/09/19/marcelino-garcia-toral-kdsE-U210198432253i7B-1200x840@El%20Comercio.jpg)
![La presión de los ultras, a punto de poner fin a la etapa de Marcelino en Marsella](https://s3.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/2023/09/19/marcelino-garcia-toral-kdsE-U210198432253i7B-1200x840@El%20Comercio.jpg)
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Marcelino García Toral vive sus últimas horas como técnico del Olympique de Marsella. El técnico no seguirá en el club después de que el presidente y principal valedor de su contratación, el también asturiano Pablo Longoria presentara a la propiedad su renuncia a continuar en el cargo después de haber recibido graves amenazas por parte de los grupos ultras del club galo.
La tormenta se desató el pasado fin de semana. Un empate sin goles ante el Toulouse desató la furia de los hinchas más radicales, que cargaron contra la gestión de Longoria y señalaron a Marcelino por el supuesto «juego pobre» que exhibe un equipo que, pese a las críticas, ocupa la quinta posición de la tabla con dos victorias y tres empates después de cinco jornadas.
Nada satisface a los hinchas ultras del equipo marsellés, que se cuentan por miles. Una amplia representación del grupo radical exigió una reunión urgente con las más altas instancias del club para abordar a su manera posibles soluciones. Se vieron con Pablo Longoria, presidente del club. En el transcurso del encuentro, que algunas fuentes califican de violento, los ultras amenazaron de muerte a Longoria, le pidieron que dimitiera y que se llevara con él al técnico asturiano.
El diario L'Equipe desveló en su edición digital que Marcelino ya había comunicado a sus jugadores que abandonaba la entidad, que no se daban las condiciones mínimas para seguir. «No tiene sentido continuar sin Longoria», explican fuentes cercanas al técnico, que insisten en que Marcelino no presentó la dimisión aunque sí deslizó su propósito de llevar a cabo su marcha un vez se materialice la renuncia de Longoria.
El propietario de la entidad, el estadounidense Frank McCourt, mantuvo un encuentro telemático con el presidente y con Marcelino para conocer sus impresiones después de que los ultras se quejaran del mal rendimiento del equipo y apuntaran directamente al asturiano. Los hinchas radicales protestaron igualmente contra la pérdida de identidad del club, que ha vendido este verano a Payet y a Guendouzi, dos jugadores, franceses, y muy queridos por la afición.
El ovetense Pablo Longoria es, sin duda, el gran valedor de Marcelino, el hombre que más insistió en su contratación y el que ha diseñado la plantilla.
La andadura de Marcelino en Francia comenzó de forma negativa. El Marsella cayó eliminado en la fase previa de la Champions ante el Panathinaikos, un problema mayúsculo para un club con serias dificultades económicas y que necesitaba de la inyección monetaria de la Champions para que su proyecto fuera viable. Los resultados en Ligue 1 no han sido todo lo bueno que se esperaban, pero en ningún caso catastróficos como parece indicar la respuesta de la hinchada radical. Es cierto que el Marsella ha sumado nueve puntos de quince posibles, pero se encuentra en quinta posición y no ha perdido un solo partido, un balance que, en cualquier caso, se antoja insuficiente para los aficionados. El juego de Marcelino también ha sido muy criticado, por su excesivo conservadurismo y su inamovible 4-4-2.
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