Real Oviedo - Sporting | Cruce de rachas en un encuentro sin pronóstico ni afición en las gradas

A pesar de la diferencia ostensible que refleja la clasificación después de solo cuatro jornadas, otorgar al Sporting el cartel de favorito parece demasiado osado. En un duelo de este calado no se puede hablar nunca de favoritos ni de dinámicas. Basta con echar la vista atrás y comprobar lo ocurrido en el último antecedente. El cuadro ovetense ganó en El Molinón a pesar de acudir con urgencias clasificatorias y de que el Sporting todavía apuraba opciones de colarse en las eliminatorias por el ascenso.

Tampoco el Oviedo parte con ventaja por su condición de equipo local. Sin público -como ocurrió en la última cita celebrada en Gijón- las gradas estarán vacías y eso equilibra un poco más la balanza. Sin el aliento de la afición, se pierde el factor cancha. Es un hecho objetivo.

Sin pronóstico claro, el partido prueba a dos equipos reconocibles. Una virtud en el fútbol actual. Tanto el Oviedo como el Sporting han demostrado, con fortuna dispar que saben a lo que juegan. Ambos bloques se cimentan sobre la seguridad defensiva. Encajar pocos goles y exhibir eficacia en ataque como el camino más corto para alcanzar la cima esta temporada.

Los azules presentan una alineación renovada para la ocasión. Las bajas por sanción de Nieto y Arribas, ambos titulares indiscutibles, condicionan al técnico que devolverá al once a Christian y Mossa, que habían empezado el curso relegados a la suplencia. A la vista de las pruebas de esta semana, Ziganda planteará un equipo cargado de velocidad para intentar sorprender a la mejor defensa de la categoría a la vista de los números. Nahuel y Sangalli percutirán por los flancos, mientras que Blanco Leschuk tiene muchas opciones de ser titular como referencia de ataque, con Obeng como escudero. El argentino es la gran esperanza azul para acabar con los problemas de eficacia en ataque.

Será importante el juego por banda y las combinaciones entre líneas para romper la muralla rojiblanca, una roca de momento como se demostró ante rivales de enjundia como el Girona o el Almería.

El Sporting no alterará su dibujo ni tampoco la alineación. A la espera de ver si Cumic llega a tiempo -mermado por un esguince de tobillo- el once que pondrá en liza Gallego será similar al que tan buen desempeño ha tenido en las cuatro jornadas previas.

Pablo García parece que seguirá como titular en el lateral izquierdo a pesar de la prometedora irrupción de Saúl García en el encuentro en Almería. Gallego tiene la última palabra. La otra duda vuelve a estar en el costado diestro donde el técnico tienen las opciones de Gaspar (que vuelve tras cumplir partido de sanción) o Carmona, siempre que no se recupere el extremo serbio.

La afición y el cuerpo técnico esperan con ilusión que se vea al mejor Manu García, apagado en el arranque liguero. Su discreto papel lo ha compensado un excelso Uros Djurdjevic, máximo artillero de la categoría con cuatro goles. El delantero de Belgrado sonríe al fin después de dos años en los que ha tenido que lidiar con las críticas por su falta de tino ante la portería rival. Gallego, además, cuenta para este partido con el 'refuerzo' de Nacho Méndez, que volverá a la convocatoria después de firmar su renovación esta semana.

El Sporting quiere revancha después de su última derrota y seguir instalado en la zona noble de la clasificación, lugar al que aspira a llegar un Oviedo cuyos resultados no hacen justicia con su desempeño sobre el césped. Los dos quieren dedicar el triunfo a una afición ausente que vivirá con pasión el partido desde la distancia.