Enol ha tenido esta tarde la despedida que él hubiera soñado: entre motos. El féretro fue conducido hasta uno de los dos coches fúnebres que encabezaban la comitiva. Detrás, sin poder contener el llanto, la familia de Enol Megido, hecha un ovillo pero arropada ... por muchos amigos que le han trasladado en las últimas horas el mismo cariño que recibían del joven piloto, fallecido durante una carrera de motocross en la localidad vallisoletana de Rueda.
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Más de un centenar de vehículos, entre motos y quads, escoltaron la comitiva que trasladaba el féretro desde el tanatorio de Aller hasta la iglesia de Cabañaquinta, donde le dieron el último adiós. Los agentes de la Guardia Civil y la Policía Local hicieron en esta ocasión una excepción y permitieron rodar por la carretera a motos que no cuentan con permisos para rodar por asfalto como la que utilizaba el propio Enol para realizar motocross, su gran pasión.
Cada una portaba un distintivo en que destacaba el número 27 de color verde, el mismo que lucía orgulloso el piloto allerano en las carreras, junto a la leyenda ¡Va por ti Enol!
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