El deporte rinde tributo a uno de sus grandes pioneros e impulsores

El último homenaje a Manolo Llanos tuvo el guión esperado. La iglesia parroquial de San Lorenzo, en la que se ofició esta tarde su funeral de cuerpo presente, se quedó pequeña a la hora de despedir a quien fue un referente en el mundo del deporte tanto a nivel local, regional e incluso internacional. Su paso por las entidades más emblemáticas de la ciudad, como el Sporting y el Grupo Covadonga, así como el Principado antes de dar el salto al Comité Olímpico Español como director -cargo que ocupó veinte años-, reflejaron el gran número de amigos que dejó allá donde estuvo.

No quisieron perderse el adiós de este brillante dirigente numerosos presidentes de federaciones territoriales de las diferentes disciplinas, encabezados por el veterano Antonio Morales, así como un nutrido grupos de deportistas, entre los que destacó la presencia del jugador de balonmano Carlos Ruesga, que estuvo acompañado por su padre Juan de Dios. A ellos se sumó la exalcaldesa Paz Fernández Felgueroso, la que fue concejal de Deportes, María Teresa Ordiz, en presencia del actual edil, José Ramón Tuero, entre otros. Tampoco faltaron su inseparable amigo Alfonso Rodríguez Allén, exdirector general de Deportes y responsable del campo de golf de La Llorea, ni Ramón Gallego, máxima autoridad de los árbitros de balonmano en la IHF (Federación Internacional) con quienes tenía una excelente relación.

Asimismo quisieron despedirle el presidente del Grupo Covadonga, Antonio Corripio, y el que fuera presidente de la entidad de Las Mestas, Janel Cuesta. Todos conincidieron en reconocer la grandeza de la figura de Manolo Llanos, tanto por su valía como gestor deportivo, como por su ventiente humana. En este sentido, Jorge Cabal, párroco de San Lorenzo, puso de relieve en su homilía que «dedicó la vida a su pasión» y abundó en que hoy «como bien reflejó EL COMERCIO hubo muchos testimonios de que fue una persona que dejó huella, lo que dice mucho en su favor».