![Ramón Gallego dimite como responsable de los árbitros de balonmano al no plegarse a las presiones de la Federación Internacional](https://s2.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/202105/25/media/cortadas/ramon-gallego-kl3C-U140485539149iYH-1248x770@El%20Comercio.jpg)
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Los últimos 36 años de su vida, Ramón Gallego los ha dedicado al arbitraje. Durante 15 años fue árbitro internacional, llegando a pitar finales en Juegos Olímpicos. En los últimos 21 ha ocupado diversos puestos de responsabilidad en los organismos federativos, convirtiéndose en la máximo responsable del arbitraje internacional. Su camino iba a concluir, con casi toda seguridad, el próximo mes de octubre, después de participar en los Juegos Olímpicos de Tokio. Sin embargo, el presidente de la IHF, Hassan Moustafa, ha decidido borrarle de los Juegos. El motivo es sencillo. Ramón Gallego no quiso plegarse a las exigencias del mandatario sobre las designaciones arbitrales en los torneos internacionales. Mientras él sostiene que a las grandes citas internacionales deben ir los mejores árbitros para elevar el nivel al máximo, el presidente de la IHF quiere imponer su criterio, cuestionando los planteamientos que siempre ha defendido Gallego.
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«Me dicen que no estaré por no cumplir las instrucciones y mi decisión solo puede ser esta», explica el gijonés, que no ha parado de recibir mensajes de apoyo desde que hoy por la mañana comunicara su decisión de renunciar a todos sus responsabilidades como máximo responsable del arbitraje mundial. El presidente de la IHF quiere imponer una serie de criterios en la designación de los árbitros y por ahí, no pasa Ramón Gallego. «Mi obligación es garantizar su independencia y honestidad y no podía si aceptaba lo que me pedían», explica a renglón seguido. En su carta de despedida, asegura que en los años que lleva trabajando con el arbitraje ha podido cometer errores pero no se arrepiente de nada y no puede consentir que la IHF «me trate como un niño» después de que se haya ganado el respeto de árbitros y federaciones a lo largo de su trayectoria.
Después de tanto tiempo vinculado al arbitraje, Ramón Gallego asegura que ahora le toca «vivir una vida normal» después de haber hipotecado tantos años en lo que ha sido su gran pasión.
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