

Secciones
Servicios
Destacamos
m. f. antuña
Martes, 27 de abril 2021, 21:24
En aquella primera visita de Jesús Urrea a Cudillero, además de ese cuadro italiano que acabó por ser de Goya, su mirada estaba también ... puesta en otro lugar, la escultura recuperada de la demolición de la Iglesia de la Santísima Trinidad de Madrid, obra del escultor Miguel Ángel Naccherino (Florencia, 1550-Nápoles, 1622). «Es una pieza muy importante para la historia de la escultura de Madrid», revela el catedrático emérito de la Universidad de Valladolid, que esperaba encontrar esa talla en el interior del palacio o de la iglesia.
«¿Pero sigue en el exterior?» Interroga él a la periodista esperando que la respuesta sea negativa. «No debería estar en la fachada, por dos razones, es una pieza para verla de cerca, y luego le nieva, le llueve, es una lástima que esté en esa situación, porque además la familia Selgas la salvó al comprarla».
Subraya que una pieza tan hermosa de mármol hay que gozarla en las distancias cortas, que en el lugar en el que se halla ahora nada aporta a quien mira. «Es una pieza que hay que rescatar, se puede hacer otra igual de otro material y la original que se vea», concluye.
No es extraño en absoluto que este tipo de cambios de ubicación se produzcan. De hecho, en la propia iglesia de El Pito, según relata la fundación en su web, en «el ábside de la cripta se encontraba el altar, con su cancel, procedente de Santianes de Pravia, siendo uno de los mejores ejemplos del arte visigodo en Asturias con el de Santa Cristina de Lena». Ahora, altar y cancel están en La Quinta.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.